Durante la pasada noche fallecía en el hospital Virgen del Castillo Francisco Azorín García, quien fuera párroco de basílica de la Purísima desde 1989 hasta 2010. Francisco Azorín García nació en Yecla en 1933 y se ordenó sacerdote en 1959. Coadjutor del Niño Jesús y cura de Raspay (1959-61). Párroco de Las Palas (1961-67), donde funda una Cooperativa de Viviendas que construye 27 casas. Párroco de San José, en Cieza (1967-81) y de San Mateo de Lorca (1981-89), de donde fue arcipreste. El 20 de octubre de 1989 fue nombrado párroco de la basílica de la Purísima de Yecla. Según explica el libro «Yeclanos», de Miguel Ortuño, “Casi todos los domingos publica unas hojitas con el título Familia Parroquial de la Purísima”. El historiador también habla de la obra Novena de la Purísima Concepción (1994), y María en mayo (2001). “Al frente de un centenar de peregrinos yeclanos a Roma, Juan Pablo II les dirigió unas palabras el 28 de noviembre de 1999”.
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Francisco Azorín fue arcipreste de Jumilla-Yecla, y miembro del Colegio de Arciprestes y del Consejo Presbiteral de Cieza-Yecla.
En junio de 2009, al cumplir sus bodas de oro sacerdotales, se le tributó un gran homenaje, presidido por el administrador apostólico de la Diócesis Miguel Ángel Cáceres. La Asociación de Mayordomos le otorgó la Medalla de Plata de la entidad
El entonces presidente de la Asociación de Mayordomos, José Antonio Hernández, comentó en el homenaje que era un “reconocimiento a un sacerdote juicioso, responsable y piadoso”. Esa noche, y por acuerdo unánime de la Junta Directiva, se le entregó la medalla de plata de la Asociación de Mayordomos.
Los restos mortales de Francisco Azorín serán velados en la basílica de la Purísima de Yecla, y el entierro y misa funeral tendrá lugar hoy lunes a las 5 de la tarde en la basílica, lugar donde se jubiló de su labor de sacerdote.
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