Cuando llegan momentos de incertidumbre como el actual nos damos cuenta de lo importante que es el ahorro. Tener una cantidad ahorrada que nos permita afrontar una situación de dificultad debiera ser algo a lo que deberíamos obligarnos.
Pero, ¿cómo es posible ahorrar con nóminas cada vez más pequeñas? El caso es que sí, es posible si ponemos en marcha un plan para hacerlo. Hoy explicamos cómo ahorrar y qué hacer con esos ahorros.
Poner el dinero a trabajar
Nuestra sociedad, nuestra cultura, nos enseña a aspirar a más en nuestros trabajos para tener sueldos mayores. El problema radica en que también nos enseña a que, en la medida que ganamos más dinero, nos metemos en más gastos. Gastos que nos obligan a luchar con empeño para conseguir más ingresos y con los que, lamentablemente incurriremos en más gastos en la medida en la que adquirimos un mayor poder adquisitivo.
Esta rueda tan tóxica debe romperse. La clave es conseguir un dinero por el ahorro que pondremos a trabajar invirtiendo. Se trata de restar siempre una parte fija de nuestras ganancias, por ejemplo un 10% que vamos a poner a trabajar.
Por qué invertir además de ahorrar
Hace unos años era bastante habitual que las entidades bancarias tuvieran depósitos a medio o largo plazo con unos intereses que hacían rendir algo esos ahorros. Pero esto es cada vez menos habitual en los bancos y lo que rinden ahora unos ahorros es prácticamente nada y, en ocasiones, puede traer costes de mantenimiento o costes por movimientos. No es posible obtener nada de nuestros ahorros en la banca convencional.
Este es motivo por el que cada vez más personas piensan en la inversión como manera de obtener ese rendimiento de nuestros ahorros que las entidades bancarias no nos están dando. Para invertir hay muchas alternativas: desde buscar entidades o empresas de inversión hasta hacerlo nosotros mismos. En el último caso, es preciso un aprendizaje.
Cómo invertir
Como hemos dicho, lo primero que deberemos hacer antes de invertir es destinar una cantidad mensual al ahorro. No importa el importe de nuestra nómina, sea grande, o sea pequeña. El objetivo es conseguir un mínimo para empezar, como hemos dicho, a poner nuestro dinero a trabajar.
Si somos profanos en la materia de la inversión es conveniente ponernos en manos de intermediarios que nos asesoren con nuestras inversiones. Estos intermediarios pueden ser las agencias de bolsa convencionales o entidades financieras que ofrecen este tipo de productos. Conviene informarnos, buscar opiniones y cribar muy bien con qué intermediario vamos a trabajar para nuestras inversiones.
Una operativa muy sencilla gracias a internet
Con la llegada de internet han llegado los brokers online. Se trata de plataformas que ofrecen los mismos servicios que los tradicionales agentes de bolsa, una intermediación que realiza las compras y ventas de acciones, divisas, criptomonedas, materias primas o cualquier otro tipo de inversión a través de internet.
Lo más interesante de todo esto es que podemos realizar nuestras inversiones desde cualquier lugar y a cualquier hora de día. Basta con darse de alta en una de estas plataformas para poder operar.
También es una buena manera de introducirse en el mundo de las inversiones, además de lo ya comentado de obtener esos beneficios que buscamos en unos ahorros que, de otra manera se quedan parados. Es bastante usual que, en la medida que trabajamos con inversiones vamos aprendiendo y nos va interesando el tema. Esto es lo que les pasa a muchas personas que deciden saltarse al intermediario y operar directamente en las plataformas de compra.
Cómo elegir el mejor bróker online
La clave más importante es la de elegir una plataforma fiable y debemos buscar las herramientas que tenemos en nuestras manos para hacerlo. Por ejemplo, podemos utilizar un comparador de brokers regulados.
Es muy importante que el bróker online sea regulado, porque es una garantía definitiva de su fiabilidad. Así un bróker regulado es de confianza al cumplir la normativa de los reguladores oficiales para la protección de los inversores y la seguridad de sus fondos.
En el mundo financiero hay multitud de organismos reguladores, algunos más exigentes que otros, como por ejemplo el FCA del Reino Unido, o la CNMV española. Además de la autorización de estos organismos reguladores, los brokers online están obligados a cumplir diferentes directivas y leyes. Toda esta regulación obliga también a que los fondos de los inversores se encuentren en cuentas segregadas de las de la compañía para proteger ese capital inversor.
Finalmente, hay que estudiar a fondo las condiciones de negociación y también las condiciones contractuales en general que asumimos en el momento de darnos de alta. También deben tener un servicio de atención al cliente con el que contactar en el caso de dudas o consultas.
Con toda esta información y nuestros ahorros, ya podemos poner a nuestro dinero a trabajar.
