Nadie dijo que fuera fácil, pero como bien recordó la seleccionadora española Toña Is tras la victoria ante Alemania, todavía queda mucho camino por delante. Y en ese camino el próximo rival de España en busca de la final del Mundial sub-17 de fútbol femenino será Japón, un ‘equipazo’ que suma por victorias todos sus partidos. El partido se disputa hoy (18:00 horas, Eurosport1 y GOL) con la gran final en el punto de mira.
Las españolas han olvidado ya la gran victoria ante Alemania, una venganza muy deseada por Eva Navarro y sus compañeras, pues llegaron a Jordania con el recuerdo de aquella dura derrota hace cinco meses después de perder la final del Europeo, en la tanda de penaltis.
Aires de revancha
Pero si hablamos de revancha, también con las niponas ‘hay cuentas pendientes’. Y es que Japón fue la selección que evitó en la final que España se proclamara campeona del mundo de la categoría en el Mundial disputado en Costa Rica en 2014.
Pero las japonesas tienen un gran equipo, como lo demuestra la trayectoria realizada hasta ahora en el torneo mundialista, que cuenta todos sus partidos por victorias y al que sólo Estados Unidos plantó cara con un 3-2 ajustado en la fase de grupos. El resto de choques, Japón los resolvió con goleadas.
Con la inspiración de Riko Ueki, autora de dos de los tres goles de su selección ante Inglaterra, con lo que alcanzó los cinco en el torneo e igualó a Lorena Navarro en la primera posición de las máximas goleadoras, y con un partido muy serio, Japón ganó con solvencia para llegar a su segunda semifinal seguida y a la tercera desde que se juega el Mundial femenino de la categoría que inició su andadura en 2008.
La otra semifinal la disputarán Venezuela y Corea del Norte, selección que buscará el asalto hacia su segunda final. La anterior, en 2012, que perdió contra Francia y ahora, tras sufrir muchísimo contra Ghana, intentará conseguir un billete para el partido decisivo que podría darle su primer título. El tanto de Ja Yon-Un en el minuto 94 cuando el choque ante el cuadro africano se extinguía, permitió a las norcoreanas seguir adelante en una competición que ya es cosa de cuatro.
