El ayuntamiento de Yecla ha celebrado este pasado jueves por la tarde un acto protocolario para dar la bienvenida a la nueva cronista oficial de la localidad, Concha Palao Poveda.
La alcaldesa, Remedios Lajara, fue la encargada de expresar los méritos que han llevado a la corporación municipal a nombrar en un pleno municipal recientemente celebrado a Palao Poveda con esta distinción.
Delante del público presente en el auditorio municipal, la alcaldesa entregó la medalla que la distingue como cronista, y que tendrá que portar en los actos oficiales a los que asista, y un cuadro que guarda el título oficial de cronista de la ciudad.
Rodeada de numerosos familiares, Concha Palao Poveda comenzó acordándose de su predecesor, Miguel Ortuño, y de su esposa, Carmen Ortín. También, la nueva cronista oficial de la localidad aseguró que “recibo esta distinción como un reconocimiento a mi amor a Yecla. Pero me veo en la obligación de afirmar que el amor a Yeclano no es algo exclusivo mío. Es un sentimiento muy generalizado entre los yeclanos”.
En primer lugar habló de la colectividad de un pueblo que en 1476 pidió a la reina Isabel “la católica” pasar a estar bajo su reino y salirse del poder despótico del Marqués de Villena del que dependía. También un pueblo que ha defendido unas fiestas históricas en los últimos siglos o que levantó la basílica de La Purísima en el siglo XIX, un gran templo para que “cupieran todos y que impresionara a todos”.
Quiso destacar en su discurso distintas figuras históricas que han marcado el devenir de Yecla. Recordó a tres sacerdotes. Lucio Ortuño, quien leyó a los yeclanos la constitución de 1812 desde el púlpito para que conocieran sus derechos y libertades que se recogían en ella.
Antonio Ibañez enriqueció el patrimonio artístico al invertir una gran fortuna terminando las obras de la basílica y otras obras.
En el siglo XX destacó la figura de José Esteban Díaz que trabajó en la postguerra en una ciudad con muchas necesidades. Este sacerdote fundó la cooperativa del mueble que dio trabajo a unas 90 familias y fue la semilla de la industria del mueble.
Y en último lugar recordó a María Martínez del Portal, profesora de literatura y que “llevó de la mano la obra de Azorín y paseó su yeclanía por la crítica literaria española”, expresó la nueva cronista de Yecla.
