Hay un dicho que viene al pelo en la situación actual. “A perro flaco todo son pulgas”. Eso es lo que le pasa al deporte en general y al fútbol en particular con la pérdida de ingresos que va a suponer la puesta en marcha de la ley que impida, por ejemplo, el patrocinio de las casas de apuestas en las camisetas de los clubes de fútbol que son lo que más se benefician de estos patrocinios.
La crisis sanitaria de la Covid-19 ha provocado un descenso muy significativo de los ingresos de los clubes deportivos en general, generando problemas muy serios a la hora de continuar con la actividad. En el caso del fútbol, la imposibilidad de aceptar público en las gradas y la pérdida de los abonos de los socios está destrozando la contabilidad de todos, incluso de las sociedades más potentes como el Real Madrid o el Barcelona. Los grandes del fútbol nacional ya han negociado con los jugadores y la estructura de trabajadores que tienen una disminución de los salarios para intentar cuadrar unas cuentas que están seriamente dañadas desde el comienzo de la pandemia.
En este contexto de dificultades hay que añadir otra que el gobierno de España está dispuesto a llevar a cabo: el final de las ganancias para los clubes patrocinados por William Hill, entre otros casinos y casas de apuestas, por medio de la publicidad.
Ley reguladora casas de apuestas y casinos
El gobierno central ya puso en marcha parte de un Real Decreto que prohibirá la publicidad de las casas apuestas debido al creciente número de adicciones y la influencia que ejerce esa publicidad entre la gente más joven de la población.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha sido quien ha ya aprobado parte de la reforma que su formación política, Podemos, prometió en la campaña electoral de los comicios que se desarrollaron en noviembre del año pasado.
El Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades del Juego, así se denomina, va a provocar otro problema para la contabilidad de clubes en los que las aportaciones de las empresas de apuestas son un porcentaje importante de sus ingresos.
Desde la entidad que aglutina la competición en el fútbol profesional en España, La Liga, ya se ha puesto sobre la mesa una cifra que será la que pierdan las sociedades anónimas y las sociedades deportivas que forman parte del fútbol profesional en España. Serán unos 90 millones los que dejen de ingresar estas entidades cuando se prohíba la publicidad de los negocios de apuestas en el deporte.
Desde el sector futbolístico aseguran que se trata de una ley prohibitiva cuando lo que piden es que haya una regulación, adecuación y funcionamiento adecuado a los tiempos que corren. La situación es complicada porque el mundo de las apuestas ha expandido sus marcas a numerosos eventos y con ello la dependencia económica de los mismos.
Hace apenas unos días, el ministro Alberto Garzón ha enviado una misiva a los 25 equipos de competiciones de fútbol en España que tienen contratos de patrocinio con diversas casas de apuestas para notificarles la entrada en vigor del Real Decreto que dejará sus acuerdos fuera de la nueva regulación. En ella advierte que en los próximos días el Consejo de Ministros del gobierno de Pedro Sánchez aprobará la nueva normativa que afectará a las relaciones de patrocinio que los equipos de fútbol, principalmente, tienen “con actores del ecosistema regulado por esta norma”, explica el ministro en la carta.
En cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado, estará prohibida toda relación comercial que tenga como objetivo establecer un patrocinio deportivo por parte de empresas afectadas, tales como aquellas vinculadas a las apuestas deportivas, comenta el ministro en la carta.
En el nuevo decreto del gobierno de España se establece un periodo de transitoriedad que nunca será superior a la duración de la presente temporada deportiva. Eso significa que la próxima temporada las entidades deportivas no podrán tener en sus camisetas este tipo de anuncios si no quieren enfrentarse a multas cuantiosas.
En este sentido, las empresas dedicadas a las apuestas deportivas tendrán que encauzar sus mensajes por otras vías para poder llegar a los consumidores finales con las promociones que tengan. Sin embargo, el mundo global en el que nos encontramos no impedirá que los españoles vean por televisión estos anuncios ya que en otros países de la Unión Europea no hay este tipo de regulación por lo que en los choques internacionales seguirán viéndose esta publicidad en las camisetas de los clubes extranjeros. Es complicado poner puertas al campo.
