Artículo publicado en 2009 en relación al acto organizado por el Círculo Poético de Yecla con la visita de Joan Margarit, Premio Cervantes 2019.
Cercano, amable, natural, sin encorsetamientos, irónico y muy cómplice con el público. El poeta catalán Joan Margarit estuvo en Yecla el pasado lunes y envolvió al público asistente con sus poemas intimistas y realistas, llenos de vivencias, recuerdos, ideas y sentimientos. Versos sobre recuerdos de postguerra, de infancia y juventud y también dedicados al amor.
Joan Margarit, premio Nacional de Poesía 2008 por su obra “Casa de Misericordia”, acudió a una invitación cursada por el Círculo Poético de Yecla, para participar en el ciclo denominado “Poesía en la voz de su autor”, en el auditorio municipal. Se considera un poeta autobiográfico: “Uno habla de su propia experiencia vital, luego uno escribe de una forma más explicita o más implícitamente, enmascara más o menos, dependiendo del estilo o de la forma de escribir. Pero, la base de dónde sale todo no hay más que una y es la propia vida”.
Margarit comenta con agrado la existencia de este tipo de asociaciones culturales, como el Círculo Poético de Yecla, que se dedica por amor al arte, a divulgar la poesía, “lo que se convierte en un ejemplo de independencia del mundo de la subvención. Nunca he creído en el arte subvencionado. A mi no me ha subvencionado nunca nadie, añade, y eso me he espabilado”. El poeta catalán se muestra categórico: “El arte bajo la subvención se convierte en algo que manipulan los gestores culturales y los políticos, que generalmente son ajenos a todo esto”.
Inició el recital con “Primer amor” al que siguió “Capote” y “Madre Rusia”… Emotivos fueron los poemas dedicados a su hija “Joana”, ya fallecida, de la que dijo que “No sé si soy buena persona o no, pero sin este personaje en mi vida sería peor de lo que soy”. Sus poemas han sido escritos en catalán, pero él también se ha encargado “siempre” de traducirlos al castellano, como así subraya. Sus gestos y los sentimientos vertidos en cada uno de los versos declamados, sobre retazos de su vida, enseguida caló profundamente en los asistentes, que no olvidarán este recital tan sincero con el poeta.
Es rotundo al decir que el género poético ni es la hermana pobre ni la cenicienta de la literatura: “Está impoluta e impecable desde Homero. No hay la menor probabilidad de quitársela de encima. La poesía no es una pariente pobre, aunque tenga menos rentabilidad económica que otros géneros literarios”. Para Margarit “la poesía es una potencia espiritual para hacer frente a la adversidad; porque no hay otra expresión comparable”.
Sus poemas han sido musicados por cantantes como Joan Manuel Serrat, Miguel Poveda o Xavier Ribalta . El autor de “Estación de Francia” indica que “la poesía no se escribe para que se cante, aunque es de agradecer que pongan música a tus poemas, porque también sirve de propaganda y de antesala a la lectura”. Argumenta que “una canción no es un poema, porque cuando se canta se convierte en otra cosa, que también es muy respetable. Entiendo que el poema es más para leerlo en la intimidad”.
El poeta destaca que no está de moda el arte en general ni la literatura en particular: “Nunca ha estado de moda. Hay un porcentaje de gente que lee, de personas que están interesadas. Pero, cuesta un esfuerzo entrar en el mundo del arte, para leer poesía o para escuchar la música de Bach y que esta música nos solucione tristezas, problemas de soledad, dolores y penalidades de la vida. Aquí no se regala nada y si no quieren hacer un esfuerzo por leer o por escuchar música… ¡que se vayan a hacer puñetas!