El silencio de los arcabuces dio paso a la música y a las flores. Ayer se celebró la Ofrenda de Flores a la imagen de la Patrona.
Fue una tarde alegre, en la que los arcabuceros, acompañados de sus mujeres ataviadas con la típica teja y mantilla española, y con las bandas de música, recorren las calles de la ciudad para finalizar en la basílica, en donde se encuentra la imagen de la Virgen, que permanecerá hasta el domingo 20 de diciembre, día en el que regresará a su santuario.
Fueron entre 700 y 800 los ramos de flores que se depositaron en el altar de la Basílica para que posteriormente fuera adornado el trono de la Virgen del Castillo con todas esas flores, miles de ellas.
En esta ocasión, junto al alcalde y su esposa un invitado de excepción en la comitiva; el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia Pedro Antonio Sánchez, que junto a su esposa también quiso sumarse y participar en esta singular celebración.
El jefe del ejecutivo regional destacó el carácter de los yeclanos «porque son un ejemplo en muchos ámbitos y en sus fiestas también: Saben como cultivar, proteger y conservar sus tradiciones, sus costumbres y sus señas de identidad». Volvió a reiterar su empeño para que estas fiestas, «que tienen identidad propia, por su historia y tradición, sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco».