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✝️ viernes 29 marzo 2024
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Hasta siempre, Almudena

La escritora Almudena Grades por fin, y después de una sonada polémica, recibe a título póstumo la distinción de Hija Predilecta de la ciudad de Madrid en un acto con amigos como Joaquín Sabina, Marta Sanz y Miguel Ríos, pero con la ausencia del alcalde Almeida y la vicealcaldesa Villacís. Es también destacable que un homenaje a la escritora ha puesto el broche a la Feria del Libro de este año, donde muchos de sus lectores la han recordado leyendo distintos fragmentos de sus obras ante los asistentes.

No cabe duda alguna de que Almudena Grandes es una destacada escritora en lengua castellana, una de las principales autoras contemporáneas españolas, cuyo currículo literario la avala sobradamente.

Puede ser hasta comprensible que su figura ofrezca opiniones dispares. Muchos la encumbran tanto por sus hermosas y extensas novelas, como por su compromiso e implicación valiente en la vida pública y política de nuestro país; otros, por el contrario, la desprecian y descalifican por los mismos motivos; y habrá a quien le resulte simplemente indiferente.

Contribución literaria al país

Pero, al margen de la opinión de cada cual la hora de distinguirla como hija predilecta de Madrid, lo único a tener en consideración debe ser su inequívoca contribución a la literatura de este país, así como la profunda vinculación que mantuvo con su ciudad hasta su último aliento. Ceñirnos exclusivamente a sus méritos que, en el caso de Almudena Grandes son abundantes, y dejar a un lado ideologías.

Y para esto, no se necesita más que repasar, por encima, su currículo literario. A su primera novela, “Las edades de Lulú”, con la que obtuvo su primer premio en el certamen literario de “La sonrisa vertical”, siguieron una veintena de publicaciones entre novelas, relatos y otros trabajos literarios. Hay que destacar, además, sus colaboraciones en medios de comunicación de prestigio como el diario El País, como columnista; o su frecuente participación en tertulias de opinión en la Cadena SER.

Es más, muchos de los premios y reconocimientos literarios que obtuvo a lo largo de su carrera, están directamente vinculados a la ciudad de Madrid, como el de Gremio de Libreros de Madrid por “El corazón helado” en 2008, o el de la Crítica de Madrid otorgado en 2011 por “ Inés y la alegría”, corroboran el merecido título sobre el que se polemiza y que finalmente le ha sido otorgado.

Compromiso político

Su destacable actividad pública, lejos de desacreditarla, como a cierto sector de la sociedad y política española le gustaría, la ensalza aún más como persona de principios sólidos y conciencia social. Su compromiso con los sectores más ignorados de la historia reciente de nuestro país, abanderando la causa de la memoria de los perdedores de la guerra civil española, es buena muestra de ello.

Con el propósito de dar voz a quienes sufrieron y sufren en el más absoluto silencio las crueldades e injusticias del largo franquismo, fueron escritas sus últimas seis novelas (la última de ellas inacabada), incluidas en un proyecto literario denominado: “Episodios de una guerra interminable”, con las que pretendía, según sus propias palabras, homenajear a Galdós y sus “Episodios Nacionales”. En ellas se narran momentos épicos de la resistencia antifranquista en el periodo comprendido entre 1939 y 1964, cuyos personajes literarios interactúan con figuras y escenarios reales, al modo en que su admirado predecesor relató otros de nuestros más emblemáticos episodios históricos.

La segunda mujer que lo recibe

Todo lo manifestado no es sino un breve resumen de la herencia socio-literaria de Almudena Grandes, cuya relevante figura no ofrece duda alguna de su idoneidad para ser nombrada, con todo merecimiento, “Hija predilecta de Madrid”, título con el que la Villa y Corte ha distinguido a otros destacados escritores como Galdós, Cela o Carandell; a deportistas como Nieto o Rafael Nadal; artistas como Julio Iglesias, Raphael, Almodóvar o Plácido Domingo; a políticos como Adolfo Suarez o Tarradellas; también, a miembros de la nobleza como Juan Carlos I de España, y otras inclasificables figuras como Carmen Franco, hija del dictador. Por cierto, no podemos dejar de destacar que esta última es la única mujer que ostenta este título; Almudena Grandes es la segunda.

El Reglamento para la concesión de este título honorifico establece que debe ser a propuesta de la Alcaldía de la ciudad y se debe aprobar por mayoría absoluta del pleno. Se distingue en dicho reglamente entre “hijos predilectos”, los nacidos en Madrid, e “hijos adoptivos” los no nacidos en la capital, pero que han estado vinculados a esta ciudad por distintos motivos. Su nombramiento es meramente simbólico, lo que implica que no se obtiene con él ningún otro privilegio honorífico ni económico.

Este título, que no pueden ostentar en vida más de seis personas, sí se puede otorgar sin límite alguno a personas fallecidas, como ocurrió con Benito Pérez Galdós, Arturo Soria y, ahora, Almudena Grandes. También está prevista la posibilidad de retirar esta distinción, como así hizo el Ayuntamiento de Madrid con algunos nombramientos efectuados durante la dictadura al general Moscardó, o al presidente Arias Navarro.

Almeida lo cambió por sus presupuestos

Almudena Grandes no merece ser Hija Predilecta de Madrid, pero ya tengo los Presupuestos”. Con esta mezquindad y falta de delicadeza cerraba la polémica hace unos meses José Luis Martínez-Almeida, actual alcalde de Madrid, el mismo que retiró los versos de Miguel Hernández del cementerio de la Almudena de su ciudad, dejando constancia de su catadura intelectual y moral, incapaz de deslindar sus filias políticas del deber institucional por el rango que ocupa; desvelando con ello que el nombramiento de Almudena se debe, exclusivamente, a un trueque con unos concejales tránsfugas que tampoco han tenido el más mínimo reparo en apoyar unos presupuestos que, por principio, nunca hubieran aprobado en otras circunstancias.

Es evidente, analizando este tipo de acciones, que a muchos de nuestros mandatarios se les olvida que son representantes de la totalidad de la ciudadanía y no solo de quienes los votaron, entrando así en el sucio juego político de las siglas por las que fueron elegidos; y nos ha quedado muy claro que no entra dentro de sus propósitos separar su actividad militante de la responsabilidad institucional que ostentan.

Es indigno hacer de cualquier persona moneda de cambio de una negociación espuria, más aún de aquella que, sin duda, merece distinción y reconocimiento público y unánime por méritos propios, como es el caso de Almudena Grandes; su figura y la obra que nos deja en herencia para la posteridad no puede verse empañada por la miseria moral y el sectarismo de quienes gobiernan la ciudad de Madrid. A pesar de ellos, Almudena Grandes ha sido nombrada Hija Predilecta de la ciudad con todos los honores que, sin duda, merece.

Como bien dijo el poeta de Orihuela: “Queréis ocultar la infamia, pero el color de cobardes no se os irá de la cara”.
¡Hasta siempre, Almudena!

Ana Fructuoso
Ana Fructuoso
Fructuoso es Jefa de Sección (Reclamaciones y Recursos) en el área de Gestión Académica de la Universidad de Murcia, donde lleva trabajando 35 años.

La escritora Almudena Grades por fin, y después de una sonada polémica, recibe a título póstumo la distinción de Hija Predilecta de la ciudad de Madrid en un acto con amigos como Joaquín Sabina, Marta Sanz y Miguel Ríos, pero con la ausencia del alcalde Almeida y la vicealcaldesa Villacís. Es también destacable que un homenaje a la escritora ha puesto el broche a la Feria del Libro de este año, donde muchos de sus lectores la han recordado leyendo distintos fragmentos de sus obras ante los asistentes.

No cabe duda alguna de que Almudena Grandes es una destacada escritora en lengua castellana, una de las principales autoras contemporáneas españolas, cuyo currículo literario la avala sobradamente.

Puede ser hasta comprensible que su figura ofrezca opiniones dispares. Muchos la encumbran tanto por sus hermosas y extensas novelas, como por su compromiso e implicación valiente en la vida pública y política de nuestro país; otros, por el contrario, la desprecian y descalifican por los mismos motivos; y habrá a quien le resulte simplemente indiferente.

Contribución literaria al país

Pero, al margen de la opinión de cada cual la hora de distinguirla como hija predilecta de Madrid, lo único a tener en consideración debe ser su inequívoca contribución a la literatura de este país, así como la profunda vinculación que mantuvo con su ciudad hasta su último aliento. Ceñirnos exclusivamente a sus méritos que, en el caso de Almudena Grandes son abundantes, y dejar a un lado ideologías.

Y para esto, no se necesita más que repasar, por encima, su currículo literario. A su primera novela, “Las edades de Lulú”, con la que obtuvo su primer premio en el certamen literario de “La sonrisa vertical”, siguieron una veintena de publicaciones entre novelas, relatos y otros trabajos literarios. Hay que destacar, además, sus colaboraciones en medios de comunicación de prestigio como el diario El País, como columnista; o su frecuente participación en tertulias de opinión en la Cadena SER.

Es más, muchos de los premios y reconocimientos literarios que obtuvo a lo largo de su carrera, están directamente vinculados a la ciudad de Madrid, como el de Gremio de Libreros de Madrid por “El corazón helado” en 2008, o el de la Crítica de Madrid otorgado en 2011 por “ Inés y la alegría”, corroboran el merecido título sobre el que se polemiza y que finalmente le ha sido otorgado.

Compromiso político

Su destacable actividad pública, lejos de desacreditarla, como a cierto sector de la sociedad y política española le gustaría, la ensalza aún más como persona de principios sólidos y conciencia social. Su compromiso con los sectores más ignorados de la historia reciente de nuestro país, abanderando la causa de la memoria de los perdedores de la guerra civil española, es buena muestra de ello.

Con el propósito de dar voz a quienes sufrieron y sufren en el más absoluto silencio las crueldades e injusticias del largo franquismo, fueron escritas sus últimas seis novelas (la última de ellas inacabada), incluidas en un proyecto literario denominado: “Episodios de una guerra interminable”, con las que pretendía, según sus propias palabras, homenajear a Galdós y sus “Episodios Nacionales”. En ellas se narran momentos épicos de la resistencia antifranquista en el periodo comprendido entre 1939 y 1964, cuyos personajes literarios interactúan con figuras y escenarios reales, al modo en que su admirado predecesor relató otros de nuestros más emblemáticos episodios históricos.

La segunda mujer que lo recibe

Todo lo manifestado no es sino un breve resumen de la herencia socio-literaria de Almudena Grandes, cuya relevante figura no ofrece duda alguna de su idoneidad para ser nombrada, con todo merecimiento, “Hija predilecta de Madrid”, título con el que la Villa y Corte ha distinguido a otros destacados escritores como Galdós, Cela o Carandell; a deportistas como Nieto o Rafael Nadal; artistas como Julio Iglesias, Raphael, Almodóvar o Plácido Domingo; a políticos como Adolfo Suarez o Tarradellas; también, a miembros de la nobleza como Juan Carlos I de España, y otras inclasificables figuras como Carmen Franco, hija del dictador. Por cierto, no podemos dejar de destacar que esta última es la única mujer que ostenta este título; Almudena Grandes es la segunda.

El Reglamento para la concesión de este título honorifico establece que debe ser a propuesta de la Alcaldía de la ciudad y se debe aprobar por mayoría absoluta del pleno. Se distingue en dicho reglamente entre “hijos predilectos”, los nacidos en Madrid, e “hijos adoptivos” los no nacidos en la capital, pero que han estado vinculados a esta ciudad por distintos motivos. Su nombramiento es meramente simbólico, lo que implica que no se obtiene con él ningún otro privilegio honorífico ni económico.

Este título, que no pueden ostentar en vida más de seis personas, sí se puede otorgar sin límite alguno a personas fallecidas, como ocurrió con Benito Pérez Galdós, Arturo Soria y, ahora, Almudena Grandes. También está prevista la posibilidad de retirar esta distinción, como así hizo el Ayuntamiento de Madrid con algunos nombramientos efectuados durante la dictadura al general Moscardó, o al presidente Arias Navarro.

Almeida lo cambió por sus presupuestos

Almudena Grandes no merece ser Hija Predilecta de Madrid, pero ya tengo los Presupuestos”. Con esta mezquindad y falta de delicadeza cerraba la polémica hace unos meses José Luis Martínez-Almeida, actual alcalde de Madrid, el mismo que retiró los versos de Miguel Hernández del cementerio de la Almudena de su ciudad, dejando constancia de su catadura intelectual y moral, incapaz de deslindar sus filias políticas del deber institucional por el rango que ocupa; desvelando con ello que el nombramiento de Almudena se debe, exclusivamente, a un trueque con unos concejales tránsfugas que tampoco han tenido el más mínimo reparo en apoyar unos presupuestos que, por principio, nunca hubieran aprobado en otras circunstancias.

Es evidente, analizando este tipo de acciones, que a muchos de nuestros mandatarios se les olvida que son representantes de la totalidad de la ciudadanía y no solo de quienes los votaron, entrando así en el sucio juego político de las siglas por las que fueron elegidos; y nos ha quedado muy claro que no entra dentro de sus propósitos separar su actividad militante de la responsabilidad institucional que ostentan.

Es indigno hacer de cualquier persona moneda de cambio de una negociación espuria, más aún de aquella que, sin duda, merece distinción y reconocimiento público y unánime por méritos propios, como es el caso de Almudena Grandes; su figura y la obra que nos deja en herencia para la posteridad no puede verse empañada por la miseria moral y el sectarismo de quienes gobiernan la ciudad de Madrid. A pesar de ellos, Almudena Grandes ha sido nombrada Hija Predilecta de la ciudad con todos los honores que, sin duda, merece.

Como bien dijo el poeta de Orihuela: “Queréis ocultar la infamia, pero el color de cobardes no se os irá de la cara”.
¡Hasta siempre, Almudena!

Ana Fructuoso
Ana Fructuoso
Fructuoso es Jefa de Sección (Reclamaciones y Recursos) en el área de Gestión Académica de la Universidad de Murcia, donde lleva trabajando 35 años.
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8 COMENTARIOS

  1. Recreativo. ¿Sabes cuantas personas fusiló Franco (el régimen) por el solo hecho de tener ideas distintas? ¿Es de ser sectario, no?
    Con más de 40 años de DICTADURA le dio tiempo para quitar muchas personas de en medio. Hay que ver las dos caras de una misma moneda.
    Ojalá nunca vuelva a pasar este país por una situación así. De ahí que los totalitarismos (todos) y los nostálgicos del régimen (DICTADURA) no son bienvenidos en los que recuerdan la historia para no repetirla.
    Los pilares de la dictadura franquista: «el ejercito y la iglesia». Más tarde vinieron los tecnócratas del Opus, los yankees y las inversiones de potencias extranjeras llevados por las baja tasas de rentas (bajos salarios) de las clases trabajadoras con beneficios estratosféricos».
    Y los americanos del norte enviaban a la Dictadura, leche en polvo y queso.
    Para ser la primera democracia del planeta no se le caían los anillos en sostener a una Dictadura.

  2. Que fuese una buena escritora (que lo era), no quita que fuese una SECTARIA incapaz de empatizar con el diferente. Alegrarse por las violaciones, torturas y asesinatos de monjas por milicianos dice mucho de su catadura moral. Que nos pregunten a los familiares de las monjas encerradas de Yecla (si de Yecla) que fueron «paseadas» por sus héroes…..
    En fin….hace falta más humanidad ….

  3. El Borrego de Copernicus sigue nombrando a mi amigo y eso me cabrea..
    Lo que le está jodiendo a la sexta que el PP esté ganando en Andalucia… en fin!! Empieza la remontada, vamos a ver si echamos al compañero de ganado de Copernicus y ponemos a este país donde se debe!

  4. ¡Lo primero lo importante! Una alegría muy «grande» por el título de Hija Predilecta de la ciudad de Madrid a la escritora Almudena Grandes. Gracias a Ana por este artículo que comparto.
    Que en el acto estuviesen otros «grandes» como Sabina, Marta Sanz, Miguel Ríos… que se puede pedir más?
    La antítesis a lo «Grande» es un «enano cultural e intolerante» que retira del cementerio de la Almudena los versos de Miguel Hernández. Si allí estaban los «Grandes» este sujeto sobraba, porque no representaba a todo Madrid, solo al Madrid de las poderosas oligarquías que Almudena Grandes combatió en sus libros. Dando voz a quienes sufrieron y sufren el más absoluto silencio de las crueldades e injusticias del largo franquismo.
    Almudena Grandes nos deja una cuantiosa herencia literaria. Socio-literaria como bien expone Ana.

  5. Sin entrar en comentarios sobre lo escrito y publicado por Almudena Grandes, ya que es cosa particular el que te guste como escritora o no; nadie se puede sorprender que cierta parte de los políticos (de derechas) la menosprecien ahora, dado que la Sra. Grandes les ha arreado siempre de lo lindo.
    Si escribes y arremetes contra otra opción política, no pretendan ahora desde el sector izquierdoso, que promuevan homenajes. «Roma no paga a traidores».

Ana Fructuoso
Ana Fructuoso
Fructuoso es Jefa de Sección (Reclamaciones y Recursos) en el área de Gestión Académica de la Universidad de Murcia, donde lleva trabajando 35 años.
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