El calcio es el mayor componente mineral de los huesos. Sus complementos se utilizan en personas que no obtienen el calcio necesario en su dieta o que precisan de más calcio.
El calcio actúa en consonancia como alternativa. Es bueno para favorecer el desarrollo y el crecimiento, evitar el raquitismo, consolidar las fracturas, las encías y la osteoporosis, entre otras propiedades.
En nuestra memoria cada época tiene su hueco. Desde mediados los años 60 hasta bien avanzados los 70, al igual que mucha gente de esas generaciones, tomé de una botella de cristal con tapón de rosca, un complemento pastoso cuyo contenido calcio/fosfato, resultaba bastante apetitoso, denominado Calcio-20.
Aquella caja de cartón alta y estrecha -similar a la de un obsequio de vino- con el número estirado y fondo azul, me la recomendaba don Luis Maestre Álvarez, pediatra del pueblo cuando el ambulatorio lo teníamos en la calle San Francisco y después pasó a la calle San Pascual. Fue nuestro médico durante mucho tiempo y con su trato afable y elegante, cuando te atendía el ánimo se te quedaba como una rosa.
Siguiendo sus indicaciones como solución, mi madre, la mayoría de veces en aquel entonces, compraba esta botella en la antigua farmacia de don Ricardo Tomás y Soriano, que también fue alcalde, situada en la actual calle Hospital. Nuestro ilustre boticario nos aclaraba cualquier posible duda al respecto, precisa tarea que siguen ejerciendo en las oficinas de farmacia, que no se limitan únicamente a dispersar medicamentos y otros artículos, sino a darnos las pautas sobre cantidades y horarios; se nos antojaría imposible no contar con su estimable servicio.
El Calcio-20 tuvo su parcela en aquellos años. Así mismo como suplemento se utilizaba para evitar el raquitismo, y por lo tanto servía de prueba de aguante y acabó triunfando, ahora al respecto hay opiniones y criterios diversos, con todo no me quiero meter en un embrollo, aunque resulta evidente que conforme pasan los años se pierde calcio de los huesos.
Con especial atención en la infancia y adolescencia. En mi caso, aquellas cucharadas formaron parte de las cosas cotidianas, porque al ser aconsejable para los huesos, se probó para intentar aumentar algún centímetro la estatura baja, ayudando a los minerales de mi propio organismo.
De niño las enfermedades se viven de una forma muy distinta a cuando lo hacemos de mayores, esto es una realidad. El Calcio-20 muy apreciado, fue testigo de gran parte de aquellas infancias como buena forma de comenzar el día.
Con frecuencia en la medida de lo posible dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a cuidar nuestra salud, aunque algunas veces se olviden hábitos saludables dejándolos a un lado.
Don Luis Maestre falleció hace casi once años a consecuencia de las graves heridas producidas tras sufrir un accidente de tráfico en la carretera de Villena cerca de las Virtudes.
Aquel tiempo pasado y todo lo que trajo después a muchos nos marcó. Nuestra forma de relacionarnos, compartir, reclamar, defender y aceptar siempre fue y continúa siéndolo, procurando siempre dar lo mejor de uno mismo.
Después de todos aquellos episodios, donde aprendimos a conocernos un poco más, se llega tras periodos de varios tipos a una relativa paz con una actividad moderada, donde cada día se intenta hacer la vida más llevadera.
A morro bebía yo de la botella ja, ja ,ja …
Recuerdo que tomé algo de Calcio-20. Si es lo que pienso que era. Una cucharada de un liquido algo espeso que estaba buenísimo. Pero en casa de los pobres no todo iba a ser tomar cosas buenas, también por aquella época se daba «aceite de hígado de bacalao». Feísimo de tomar.
La alimentación no era tan completa como ahora. Muchas pataticaaas que diría un murcianico/a, pocas vitaminas.
No puedo dejar de pasar de lo que tú dices J.A. de un médico afable y elegante. Seguro que en su vida profesional tuvo muchos aciertos, no lo dudo, y alguien que no está es de mal gusto poner peros, si no hubiese sido tan fuerte de alguien tan cercano en mi familia.
Resumiendo, un niño de unos 10 meses no se encontraba bien, le llega a decir que eran «mimos de madre» era poliomielitis. Parálisis de medio cuerpo. Mi padre le dijo lo que le tenía que decir y… hoy en día sin rencor.
Para los negacionistas de las vacunas; ojalá en ese tiempo (dictadura) en la España aislada hubiese tenido una vacuna contra esa enfermedad, el resto de los países de Europa occidental si la tenía.