Ninguno de los conductores, ni los de los famosos patinetes eléctricos, están libres de poder conducir bajo los efectos del alcohol. Si incumplen la normativa tendrán que pagar por las consecuencias que acarrea un control de alcoholemia positivo. Si eres de los que conduces a diario un patinete eléctrico por las calles de tu ciudad y piensas que puedes tomarte todas las cervezas que tu cuerpo aguante sin que esto tenga consecuencias legales, estás complemente equivocado.Si te pones a conducir tu patinete por una carretera, calle o vía no debes olvidar que tanto la policía local de tu municipio como la Guardia Civil te pueden parar y someterte a las pruebas de alcoholemia como si fueras un conductor de coche, moto o camión. En este sentido, los conductores que se vean implicados en un proceso legal por una prueba de alcoholemia positiva deben tener en cuenta la importancia que tiene estar bien asesorado por un abogado en todo momento. Desde el comienzo del proceso hasta el final.Los procesos legales por este tipo de delitos pueden acarrear consecuencias muy graves, por lo que la asistencia jurídica es básica. Y ni que decir si hablamos de reincidencia en este tipo de delitos o con la presencia de antecedentes penales. Si es el caso, podemos estar hablando de delitos penales que pueden llevar al investigado a visitar la cárcel tras una sentencia judicial.Por estas y otras razones, uno de los primeros pasos que debe dar todo conductor que viva por ejemplo, en la capital de España es buscar un abogado de Madrid. Un profesional del derecho que le guíe en todo momento del proceso que arranca con la sanción y el atestado de los agentes de la autoridad.
Continuos controles de alcoholemia
Ten en cuenta que los controles de alcoholemia que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado son constantes. Se realizan en diferentes puntos de las carreteras y en horarios que varían para que los conductores no crean que solo se hacen estos trabajos de inspección en horario nocturno.Un fin de semana normal en una comunidad autónoma, los diferentes dispositivos de verificación de alcoholemia y drogas desplegados por una Agrupación de Tráfico pueden hacer miles de controles a conductores. Los porcentajes de positivo varían, pero rara vez bajan de un 2% de positividad.Si la tasa de alcohol supera el 0.6, los conductores son detenidos por los agentes y posteriormente puestos a disposición judicial. Será el juez el que determine la sanción del infractor. Otros conductores, los que tienen tasas de alcohol inferiores, son denunciados por una infracción administrativa (alcoholemia) ante la Jefatura Provincial de Tráfico.El asunto de conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol o de las drogas es un tema muy serio. Lo fundamental es la pérdida de vida y los daños personales que puede acarrear, también la ruina que puede suponer para los que se ven implicados.Para que las consecuencias no te cambien la vida en el peor de los sentidos, ten la mente fría y ponte en manos de profesionales de la abogacía para que te defiendan de la mejor forma.