Los hermanos Martínez Rovira venden su participación en Grabat Energy

Hasta aquí llegó su presencia en la empresa dedicada a la fabricación de baterías con grafeno. Los hermanos Martínez Rovira, Martín y José Antonio, han vendido las acciones que tenían en la empresa que Grabat Energy que fundaron en el año 2016 y cuya sede permanece, hasta el momento, en la ciudad de Yecla.

La operación se llevó a cabo este pasado jueves en una notaría de Granada. Allí, los fundadores de Grabat se deshacían del 24,9% de las acciones de la firma que aún les quedaban por una cantidad económica que no ha trascendido. “Hay una cláusula de confidencialidad que nos impide hacer público el coste de la operación”,gr aseguró Martín Martínez Rovira.

Es complicado saber ahora mismo qué cantidad de dinero puede ser. Sí que se sabe que en 2016 un inversor chino pagó 18 millones de euros por el 10% de la empresa. Y la sociedad que se ha hecho con el control de Grabat, Auriga, propiedad de Íñigo Resusta y de Enrique Martín Navarro, valoró la empresa de fabricación de baterías de grafeno con sede en Yecla en 200 millones de euros.

“Vendemos porque se nos ha planteado un muy buen acuerdo. Nosotros ofrecimos la posibilidad de comprar o vender ante el bloqueo de los cuatro socios que había de Grabat”, expresó el que ha sido el impulsor de un proyecto que en los últimos años ha sufrido un parón por causa de “fricciones” y “bloqueo entre los cuatro socios”, reconocía Martínez Rovira que, sin embargo, habla de un acuerdo “de caballeros, satisfactorio y no hay un solo pero que poner”.

Preguntado por la falta de producción de baterías y también degeneración de los puestos de trabajo que se anunciaron podían haberse generado en Yecla, explicó que “las baterías de la factoría de Yecla han salido a grupos de industrias muy potentes. La batería que se ha obtenido en Yecla es un referente, es un orgullo”.

Este movimiento del accionariado puede provocar que la sede de la empresa se mueva de Yecla a otros lugares. Se apunta que sea Extremadura el lugar elegido. “Grabat tiene mucho futuro. Hay grupos que están invirtiendo mucho dinero pero no han llegado donde está la batería que se fabrica en Yecla”, apuntó el fundador del proyecto cuya operación de venta de su participación provocará “un impulso al resto de negocios que tenemos con el grafeno. Estamos en varias líneas como en medicina o la construcción. Hay interés de inversores en esto del grafeno que ha venido para quedarse”.

Un proyecto ilusionante 

En 2016 los hermanos Martínez Rovira dieron a conocer públicamente sus planes con la empresa Grabat dedica a la fabricación de baterías con polímero de grafeno y sede en Yecla.

Entonces se cuantificó la inversión inicial en unos 40 millones de euros, lo que iba a suponer la puesta en marcha de la planta de producción con una plantilla de unas 200 personas, según las primeras estimaciones que apuntaban a muchos más puestos de trabajo con la fabricación en cadena de las baterías de grafeno.

Meses después llegó el que fue el gran valedor del proyecto: el inversor chino  Nan Cunhui. Se trata de uno de los hombres más ricos del planeta, así lo dice la publicación Forbes que le atribuye una riqueza de 1.114 millones de dólares. 

Nan Cunhui estuvo en Yecla en diciembre de ese mismo año para conocer la planta de baterías de grafeno.

El inversor pagó inicialmente 18 millones de euros para adquirir la participación del 10% de Grabat. Luego aumentó su participación hasta el 25% de la sociedad.

Posteriormente, al proyecto se sumó la sociedad Auriga que ahora se queda con el control de Grabat.