El jurado del certamen nacional de pintura “Vila de Sant Joan d’Alacant” entregó el premio al pintor yeclano, Javier Bañón, inaugurando a su vez la exposición con las 16 obras seleccionadas de entre las 75 recibidas a concurso.
La obra, que se trata de un retrato de la madre del pintor, destacó por la visión compositiva, la luz y el color, y por su carácter realista e íntimo que refleja una escena común y sin artificios.
Además, presenta de forma sobria y austera una figura (que representa simbólicamente la idea de “Madre” o maternidad), absorta en su tarea de preparación de alimentos para la ingesta.
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Sobre la mesa reposan dos platos que contienen alimentos tomados directamente de la tierra cuyo color es rojo, igual que la vestimenta de la figura central y que visualmente configuran una composición de clave triangular cuyo uso ha sido relacionado históricamente con la representación de la Santísima Trinidad o lo divino, y se ha dado principalmente representaciones de maternidades de carácter religioso.
Tras la figura materna aparecen multitud de utensilios de cocina, pero ninguno de ellos ha sido usado en la preparación de los alimentos que están sobre la mesa, lo que nos lleva a la lectura de que lo indispensable para la vida nos lo puede ofrecer directamente la tierra.
Toda esta simbología enlazada con los aspectos de la vida cotidiana carga la obra de carácter espiritual llevando la lectura a otro plano alejado del meramente visual o técnico.
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