Se habla mucho de los mercados financieros y sus fluctuaciones que afectan a la estabilidad económica de todos. Pero, ¿realmente sabemos lo que son?. Se trata de lugares, ya sean físicos o virtuales, donde se compran y se venden productos financieros (por ejemplo acciones) entre agentes y donde se deciden entre ellos los precios de las operaciones.
Esa puede ser una definición de uno de los pilares del capitalismo ya que se trata de comprar y vender capital y se juega, en muchas ocasiones, a la especulación con el objetivo principal de ganar dinero.
Muchas empresas acuden a los mercados financieros por ejemplo para buscar una financiación que sería más complicada por otras vías con el objetivo de crecer o para llevar a cabo proyectos importantes que requieren de grandes cantidades de dinero.
Esa es una de las claves a la hora de entender lo que es un mercado financiero. Se trata de un lugar donde actúan las personas o entidades que tienen dinero y aquellos que necesitan ese dinero.
Los mercados ponen en contacto a los agentes que invierten, establece un precio a los activos financieros, dan liquidez a los activos, y reducen los tiempos y los costes de intermediación con una mejora de la circulación del dinero..
En ocasiones se piensa que los mercados financieros solo los configuran las empresas y las grandes fortunas. Sin embargo, en nuestro desarrollo personal vamos siendo parte de esos mercados financieros. Por ejemplo, al pedir un préstamo o una hipoteca para adquirir una casa o cualquier bien estamos acudiendo a un mercado financiero y por lo tanto somos parte de él. Cuando un particular compra acciones, letras del tesoro de un gobierno, también está formando parte de un mercado financiero.
Existen diversos mercados financieros, por ejemplo el Trading Forex de divisas o el mercado de las materias primas.
Este último es un espacio físico o virtuale donde se negocia el precio de esos productos como el oro, el petróleo, la plata o el viejo carbón.
Son muchas las personas que voluntariamente quieren participar en los mercados financieros debido a los beneficios que puede suponer invertir en productos o valores que ahora tienen un precio y mañana pueden aumentar su valor. Se trata de personas que han arriesgado su dinero y que pueden obtener beneficios por unas acciones que el día de mañana valdrán más.
Es cierto que todo mercado financiero de compraventa también conlleva unos riesgos en cuanto a las pérdidas que puede suponer la adquisición de acciones que con el paso del tiempo pierdan el valor inicial.
Es curioso como también las bolsas permiten jugar a la baja de acciones. Es decir, creer que esas acciones van a disminuir su valor a lo largo del tiempo. En el gremio de la bolsa estos agentes se denominan “bajistas”. Su táctica consiste en pedir prestado unas acciones a su dueño a un precio determinado, en un momento dado. Pasado un plazo de tiempo fijado por las partes, se le devolverá a esa persona el mismo número de acciones que cedió más un interés acordado. De esa manera si las acciones bajan los bajistas conseguirán el mismo número de acciones que les han prestado a un precio inferior y la diferencia será su ganancia.
Con este sistema a la baja hay grandes compañías en bolsa que ganan millones de euros en operaciones que se realizan en los principales mercados del mundo de las finanzas.
Además, los mercados también son lugares donde obtener parte de los beneficios de las empresas mediante el reparto de las ganancias. Si adquieres acciones de una empresa y esta decide repartir dividendos obtendrás una compensación por la propiedad de esos títulos.
Estos beneficios pueden ser con el pago de una cantidad económica por acción o mediante otras compensaciones como aumentar la cartera de títulos al accionariado.
