En Yecla, al igual que en otros pueblos españoles, la generación mayor plantea cada vez más la cuestión de cómo ha cambiado la generación más joven. El comportamiento y los hábitos de los jóvenes se discuten mientras se toma un café en los bares o simplemente en los patios de los edificios de apartamentos. Aunque siempre se ha hablado de los que están entrando en la edad adulta, el mundo moderno pone especialmente de relieve la brecha entre generaciones.
La falta de respeto por las tradiciones es una de las críticas más comunes que la generación mayor hace a la joven. Esto se aplica tanto a las tradiciones familiares, como las comidas de los domingos, como a las celebraciones de la ciudad, como participar en las procesiones del día de San Isidro. Muchas personas mayores piensan que no está bien que los jóvenes prefieran ir a Alicante el fin de semana o pasar las tardes en los bares en lugar de participar en eventos que conocen desde pequeños. Recientemente, en una reunión de residentes mayores del barrio de García Lorca, se expresó la opinión de que las fiestas locales no interesan a los jóvenes y solo se celebran para los turistas.
La presencia constante de los teléfonos inteligentes en la vida de los jóvenes y adolescentes también es motivo de irritación. La generación mayor no entiende WhatsApp, Instagram, TikTok y se queja de que los jóvenes incluso llevan sus teléfonos a la iglesia. Creen que los jóvenes solo se entretienen con sus teléfonos inteligentes. Sin embargo, no entienden que para los adolescentes y los estudiantes también es una herramienta de comunicación y que la utilizan para leer las noticias, estudiar e incluso buscar trabajo. No obstante, es difícil negar que muchos pierden el sentido de la proporción. Por ejemplo, el proceso educativo en un instituto local se ve muy afectado por el hecho de que los alumnos no pueden utilizar sus teléfonos inteligentes durante más de 15 minutos seguidos.
Otro punto de discordia es la ética laboral. Las personas mayores vivieron en una época en la que era normal trabajar en el mismo lugar durante décadas. No conciben los horarios flexibles, el trabajo autónomo o el teletrabajo como formas de trabajo en principio. Los jóvenes hablan cada vez más del equilibrio entre la vida laboral y la personal y no están preparados para trabajar en el mismo lugar durante 40 años. En Yecla, esto se nota especialmente en el sector agrícola, donde la generación mayor sigue trabajando en olivares y viñedos, pero cada vez se habla menos de sucesión. Los jóvenes buscan cada vez más empleo en el sector servicios y, por lo tanto, se trasladan a Valencia o Murcia.
Según la generación mayor, otra tendencia preocupante está relacionada con esto. Se trata del deseo de ganar dinero fácil. Los jóvenes aprovechan activamente las oportunidades de ganar dinero en Internet, desde plataformas de juegos hasta criptomonedas. El tema de los juegos de azar en línea es especialmente controvertido. Aunque todavía no se han producido escándalos relacionados con esto en la ciudad, la generación mayor cree que es inevitable que se produzca alguno. El hecho de que se pueda acceder a las plataformas de juego simplemente desde un teléfono móvil preocupa a las personas mayores y es visto de forma muy negativa por ellas. Los dispositivos móviles incluso permiten acceder a plataformas de juego extranjeras, y los españoles suelen preferir los mejores casinos de Colombia y otros países de habla hispana.
Una parte importante de la controversia también está relacionada con la visión que tienen los jóvenes de la familia y el matrimonio. Mientras que en el pasado formar una familia era una etapa natural del crecimiento, los jóvenes de hoy en día prefieren centrarse en sí mismos o elegir las llamadas relaciones abiertas. Hace veinte años, era normal casarse a los 22 años en Yecla, pero ahora las parejas simplemente conviven sin registrar su matrimonio o posponen asuntos tan serios «para más adelante». Las personas mayores ven esta actitud como una falta de estabilidad y responsabilidad, mientras que los jóvenes la perciben como una comodidad personal.
Es cierto que hay muchas diferencias entre las generaciones, ya que los tiempos han cambiado mucho. La generación mayor considera que muchas cosas están mal e incluso son peligrosas, pero gran parte de ello es simplemente una forma que tienen los jóvenes de adaptarse a un mundo nuevo. Es complejo, multifacético y digital. Yecla es una ciudad donde conviven diferentes generaciones. Y si intentamos establecer un diálogo en lugar de criticar, al final seremos capaces de entendernos.