Trabajar a distancia fue una medida obligada para muchas personas debido a la pandemia. Sin embargo, el teletrabajo quizás no se afiance porque ha venido declinando y está quedando en el pasado.
¿Las razones?, dependen según sea el caso. Pero, puede que el mayor motivo tenga que ver con la ley aprobada del teletrabajo en septiembre de 2020.
Y es que en un principio parecía la mejor opción, sin embargo, después de casi un año muchas empresas titubean acerca de esta modalidad.
La crisis que propicio la ley del teletrabajo
Trabajar desde casa no era algo muy común en España antes de lo sucedido en el 2020. Por lo tanto, no había un acuerdo legal entre empresas y empleados ni requerimientos necesarios.
Por su parte, un estudio realizado por INE (Instituto Nacional de Estadística) nos mostró que el 31,3% ya teletrabajaba previo a la pandemia. Y, para los primeros meses de este año, el 35,3% pretendían hacerlo. Lo que significa cuatro puntos arriba del dato antes de marzo del pasado año.
El teletrabajo se presentó entonces como una solución que luego se disparó. De esta manera, un estudio de la consultora tecnológica Capgemini mostró 2 cosas:
- El 66% de las empresas españolas, incrementaron su productividad a lo largo del tercer trimestre de 2020.
- Luego de varios meses, trabajadores manifestaban su cansancio. Esto tras mantenerse conectados de forma permanente.
Finalmente, el gobierno se dio cuenta de que había ciertos vacíos legales y decretó una ley sobre el teletrabajo.
30% por lo menos de la jornada de trabajo
La ley establece que las horas de trabajo sean un 30% de la jornada por un periodo de 3 meses. La misma determina que debe haber un acuerdo escrito de las partes al tiempo que busca proteger a los empleados.
La empresa por su parte debe otorgar y mantener los equipos y lo que necesite el empleado para poder trabajar desde casa.
De igual forma, permite adaptar nuevos y antiguos acuerdos y reconoce que es un trabajo remoto y flexible.
Pese a lo establecido, esta ley no es algo con los que todos estén satisfechos, puesto que para muchas empresas requiere de cargas excesivas. El tiempo mínimo y los gastos adicionales son un ejemplo de ello.
En otras palabras, la normativa disminuye flexibilidad a las empresas y asigna compromisos a los que no muchos quieren someterse.
Por ende, el trabajo remoto se va deteriorando y se encuentra lejos de quedarse, por lo menos en España.
El teletrabajo no vino para quedarse
Investigadores suponen que la poca base tecnológica del empleo en España, hace más compleja esta modalidad. Por tanto, el país no sería apto para el teletrabajo.
Asimismo, lo que para algunos es un ahorro para otros no, tal como las pequeñas empresas. En todo caso, podría significar algo más complicado, puesto que tendrían que mantener costes de diferentes formas de empleo para un trabajador.
Además, los empresarios no pueden ir a las casas de sus empleados y entrar como lo harían en una oficina. Si lo hacen, incumplirían el artículo 18 que nos dice que el domicilio es inviolable.
Por otro lado, hay que tener presente que el teletrabajo surgió para solucionar un problema temporal y no para quedarse.
Esta modalidad fue reto tanto para el sector público como el privado.
Sin embargo, los empleados del sector público no se rigen por la normativa del teletrabajo, sino del Ministerio de Función Pública. Por tanto, se les solicitó volver a sus empleos de manera presencial. También, se redujo el trabajo remoto a un 20% de la jornada como máximo.
La decisión tiene que ver con la incomodidad y denuncias de muchas personas por la falta de atención para realizar una diligencia.
Para concluir, desde principios de este año, la modalidad de teletrabajo ha descendido y continúa haciéndolo. Así lo señala una encuesta efectuada en la que se muestra su disminución después de un año. Lo que nos dice que 4 de 5 trabajadores a día de hoy no teletrabajan.
