Yecla ya está de celebraciones en honor a la Virgen del Castillo. A las 12.40 minutos el alcalde de Yecla, Marcos Ortuño, firmó el beneplácito que permite a la Asociación de Mayordomos el uso de la pólvora durante los actos de las fiestas en los que se establece el disparo de arcabuces como salvas en honor a la Patrona.El día 5 arranca todo. Es el momento en el que el ceremonial establece que Yecla empiece a rememorar 377 años de historia con unas Fiestas de la Virgen declaradas de Interés Turístico Nacional, Bien de Interés Cultural y que están luchando porque la Unesco las declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.Con esos galardones, el presidente de la entidad organizadora, José Francisco Puche, se dirigió al público congregado en el auditorio municipal para solicitar el beneplácito mediante una fórmula que se repite desde los años ochenta del pasado siglo. Aunque, fue en 1786 cuando los vecinos que celebraban la conmemoración de los hechos históricos integraron a la figura civil del alcalde para pedir su permiso, tal y como se hace ahora.
Puche pidió, en nombre de los más de 500 arcabuceros que saldrán disparando, el permiso para utilizar los 1.500 kilos de pólvora que desde el sábado de madrugada sonarán atronadores en el acto de la Alborada. “…disparando arcabuces con pólvora sola, buen orden, arreglo y compostura, acompañada de cajas y tambores, expidiéndose por esta alcaldía la correspondiente para más obligarnos”, se oyó al presidente leer ante el público.
Apenas tres minutos de intervención que dio paso al alcalde, Marcos Ortuño, quien autorizó “el disparo de arcabuces con pólvora sola en los sitios que lo haga el capitán y que las cuerdas se encenderán y se apagarán cuando corresponda”.
Acto seguido, los dos y el secretario del ayuntamiento firmaron el documento oficial que recoge el beneplácito para que comiencen las fiestas.
Era la 1 en punto cuando empezaron a sonar los 15 cohetes desde el balcón del ayuntamiento y otros tantos fueron lanzados desde lo alto del santuario del Castillo. Sonido atronador que se mezcló con los compases de varios pasodobles que fueron interpretados por la banda de la Asociación de Amigos de la Música situada en la plaza Mayor.
Fue un momento de alegría, de ilusión de numerosos vecinos que se congregaba en la calle para ver el inicio de unas celebraciones que por la tarde se anunciaron de la manera que se hacía antaño. Los sargentos alabarderos, los popularmente denominados “tíos de los Punchas” salieron a recorrer la ciudad acompañados de la música que emitía el tambor de las dos cajas que les acompañaban. Con ese sonsonete, los dos fueron anunciando a los vecinos que Yecla está ya lista para vivir las fiestas en honor a su patrona, la Virgen del Castillo.
Día de preparativos
La jornada de mañana viernes en las Fiestas de la Virgen comenzará con un acto que cuenta con poca afluencia de público pero está cargado de simbolismo. Desde la sede de la Asociación de Mayordomos se trasladan las antiguas banderas por los que han sido antes mayordomos. Luego, en los domicilios de los nuevos mayordomos se entregan las insignias. El Bastón de Mando al Capitán, y la Bandera al Alférez abanderado.Más tarde, se desarrollará la tradicional Misa de Pajes en la iglesia de San Francisco. Allí se celebrará una función religiosa que precederá al paseo que las figuras más representativas de las fiestas realizar por el casco urbano y en la que los pajes, del Bastón y de la Bandera, van abriendo paso a la comitiva.
Ya por la tarde, las escuadras de arcabuceros van haciéndose con las calles de Yecla debido a los desfiles que protagonizan en sus desplazamientos y la música que no dejará de sonar. Todas las escuadras desembocarán en la plaza Concejal Sebastián Pérez para vivir el Beso de la Bandera donde se verá por primera vez al Mayordomo de la Bandera jugar la insignia.