La primera parte de las Fiestas de la Virgen ha concluido. Ayer fue otro de los días destacables de las Fiestas Patronales de Yecla con la procesión que recorrió algunas de las calles céntricas del municipio.El día de la Inmaculada no pudo tener otra protagonista que la imagen de la Virgen del Castillo que durante el recorrido de la procesión acaparó la mirada del público presente en una noche típica del mes de diciembre en Yecla. Algo de frío que se podía soportar, pero apareció un invitado no deseado: el viento.Pétalos, estampas y piropos no faltaron a la Patrona que lucía una carroza adornada con centenares de ramos de flores que los vecinos habían depositado durante la tarde-noche del pasado sábado en la ofrenda.
Una Virgen que también tuvo un protagonismo no deseado. En la calle del Niño, la corona de la Patrona se enganchó en uno de los cables que cruzan de edificio en edificio. La corona no llegó a caer al suelo pero se quedó de lado, según nos han relatado testigos presenciales.
De inmediato varias personas subieron a un balcón de una vivienda para intentar colocarla bien pero al parecer el soporte de la corona estaba dañado por el enganche con el cable. Otra persona subió en una escalera y se decidió que lo mejor era quitar la corona y que la imagen de la Virgen siguiera el resto de la procesión de esa manera.
La situación fue tomando protagonismo en el acto de la fiestas ya que según avanzaba la imagen de la Virgen el público notaba de inmediato la falta de la corona se preguntaban qué había pasado. Afortunadamente esa situación no deslució el acto aunque quedará para la historia de las Fiestas esta circunstancia que se ha vivido este año.
Pero no fue el único incidente. La puerta principal de la Basílica tuvo que ser precintada debido al desprendimiento de algunos cascotes de gran tamaño. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
La procesión siguió y la pólvora de nuevo volvió a sonar. Sin duda con más fuerza que en La Bajada a causa de la estrechez de las calles del casco urbano que se convierten en cajas de resonancia para los tiros que los arcabuceros lanzaron al cielo de la noche. Esa oscuridad mostró el fuego que desprendían los arcabuces. Una imagen siempre espectacular.
Al llegar la imagen de la Patrona al mercado de San Cayetano se vivió uno de los momentos más entrañables de las celebraciones que cumplen 377 años. El juego de la Bandera por parte del Mayordomo dio paso a los populares “castillicos”. Un espectáculo pirotécnico detrás de la imagen que miles de vecinos no quisieron perderse desde la calle San José. Una multitud vivió de nuevo ese momento.
Casi sin tiempo para saborear ese espectáculo visual, la comitiva oficial se dirigió hacia la Calle San Francisco para empezar otro momento muy esperado por la soldadesca. Eran las 10 menos cuarto de la noche cuando el Mayordomo de la Bandera comenzó el juego de la insignia de espaldas al sentido de la marcha mientras miraba con la imagen de la Virgen de frente.
Francisco Martín Azorín, fue avanzando lentamente en medio de los disparos de arcabuz y las arcas cerradas que se formaron alrededor de la Basílica. El viento, que le había respetado estos días pasados, apareció y con rachas que complicaron la vida al Mayordomo en algunos momentos. Se le vio más conservador en el juego en comparación con La Bajada debido a esas circunstancias, sobre todo en el ascenso hasta enfilar el atrio de la Basílica donde estuvo más resguardado y pudo disfrutar más.
El sonido de los disparos de pólvora en las arcas cerradas retumbaba en toda Yecla. La gente se amontonaba en torno al trono de la Virgen, protegiéndose de los lanzamientos de los arcabuces pero sin perderse cada detalle de una escena que muestra la esencia de estas fiestas.
El Mayordomo aguantó hasta la llegada de la imagen al altar y un poco más. A las 10 y 20 minutos daba por finalizado el juego. Su beso a la insignia fue el aviso al resto de la soldadesca que había concluido la procesión en el día 8 de diciembre, el día de la Inmaculada.
Proclamación de Clavarios antes de la Procesión
Las fiestas de Yecla vivieron ayer una jornada intensa de actos. Después de la misa celebrada en la Basílica de la Purísima, las agrupaciones de escuadras acompañaron a los clavarios a su proclamación oficial.A los pies de la Iglesia Vieja los nuevos clavarios juraron sus cargos. En la insignia del Bastón, José Francisco Polo y en la insignia de la Bandera, Juan Carlos Valero.
La ceremonia comenzó con el recorrido de cada uno de ellos desde el ayuntamiento hasta el final de la plaza Concejal Sebastián Pérez donde les esperaba el presidente de la Asociación de Mayordomos, José Francisco Puche, quien les impuso la medalla que les designa ya como clavarios.
Cabe destacar las lágrimas del Clavario del Bastón al abrazarse a su hijo Darío. El gesto de padre e hijo abrazados llamó mucho la atención a los allí presentes por la emotividad que transmitieron.
El título de clavarios que les durará poco. El próximo domingo se desarrollará el día de La Subida y a última hora los actuales clavarios serán proclamados Mayordomos de las Fiestas Patronales de Yecla.
Quizás te equivoques, mira primero que haces tú por los demás antes de señalar.
Fdo. Uno de la roja.
Jajaja
Más vale que nos preocupáramos de si el vecino o vecina tiene o no para comer, en lugar de si la virgen tiene o no corona.
Eso no importa.si la jente se muere de hambre que más daaaaaa…….haora eso si .coronas de oro que no falten……..
Enseimada y compañía, ¿A cuantos vecinos de los que no tienen para comer en estos días os habéis llevado vosotros a vuestras casas, o les habéis dado un poco de comida?
Este es el populismo de la España roja
Se podría haber previsto mejor el itinerario pues la procesión quedó deslucida al ir la Virgen sin corona. Digan lo que digan no fue lo mismo. Supongo que alguien dará explicaciones, digo.