La Subida culminó estas fiestas Patronales de 2021 que se han podido desarrollar aunque la pandemia ha alterado una pequeña parte de su habitual puesta en escena. Ayer se vivió una intensa jornada festiva en la ciudad para dar por concluidas las fiestas en honor a la Virgen del Castillo.En una jornada gris en lo meteorológico el devenir de los arcabuceros comenzó con la celebración de la tradicional misa y posterior Minerva en la basílica de la Purísima, a la que asistieron los mayordomos, pajes, clavarios, ayudantes mayores, directivos y representantes de la Asociación de Mayordomos y de la Corte de Honor, así como la alcaldesa de la ciudad.En la parte final de la celebración religiosa se desarrolló como es habitual la procesión de la Minerva. En ella se venera al Santísimo Sacramento y a las puertas del atrio se realizó la bendición a todos los “tiraores” que situados en el entorno de la basílica de la Purísima dispararon sus arcabuces para formar un “arca cerrada”, incluidos los clavarios y el mayordomo del Bastón, José Francisco Polo, mientras su compañero, Juan Carlos Valero realizó el juego de la Bandera. Apenas unos minutos duró ese tronar de los arcabuces pero fue muy intenso.Posteriormente a la celebración de la misa, las agrupaciones de escuadras y la Retaguardia se trasladaron en formación hasta las calles Concepción y Zaplana, en recuerdo a dos de las figuras principales de las fiestas.
Subida
La noche se echó encima para acompañar a la imagen de la Virgen del Castillo en el trayecto desde la basílica hasta el santuario. Una noche invernal en la que la formación de los “tiraores” y los disparos de arcabuz se mantuvieron en el recorrido zigzagueante hasta lo más alto del castillo. Había muchas personas viviendo en primera persona el acto pero se notaba menos que en otras ocasiones. La situación sanitaria, con el aumento de los contagios de contagiados de Covid-19 que se está registrando en los últimos días, no impidió que muchas personas se acercaran hasta la esplanada del santuario para vivir en primera persona ese momento de la entrada de la Virgen al templo.De nuevo, el disparo incesante de arcabuces y el juego de la Bandera recibieron a la Patrona ante el santuario para realizar las tres vueltas al pino antes de entrar en el santuario. Una explanada del santuario que estaba acotada y solo un grupo minoritario de personas pudo vivir de cerca ese momento siempre especial.
Cesión del mando
Una vez concluido el acto en el castillo, la comitiva oficial se trasladó al entorno de la Iglesia Vieja y calle Concejal Sebastián Pérez para realizar la entrega de insignias y el nombramiento de los mayordomos de las Fiestas de la Virgen del próximo año.El simbolismo histórico de la entrega de insignias responde a “la disolución de la compañía” y en las Fiestas de la Virgen de Yecla supone el traspaso del mando y la representación festiva a los nuevos mayordomos del Bastón y de la Bandera. Los nuevos mayordomos, José Antonio Marín en la insignia del Bastón y Juan Puche Forte en la Bandera, expresaron públicamente su compromiso de fidelidad con la tradición de las Fiestas Patronales y dispararon sus arcabuces.
Tras este ritual que aúna la alegría de los nuevos mayordomos con el sentimiento de nostalgia de los mayordomos que les han precedido, la comitiva les acompañó a sus respectivos domicilios con el ánimo puesto en el Día de Acción de Gracias que, según las ordenanzas festivas, se celebrará el primer domingo del próximo año 2022.
Jajaja chele
Y sino que le pregunten al que hace los pcr detrás del hospital