Si estás estudiando medicina y te asaltan las dudas sobre cuál elegir entre las muchas especialidades médicas que existen, has llegado al artículo que te va a ayudar a decidirte. Tras años de esfuerzo estudiando medicina llega un momento muy importante en el que debes elegir tu futuro, pero no te preocupes porque si no lo tienes claro vamos a darte algunas claves que te orientarán en este aspecto.
Seguro que te has preguntado cuál es la especialidad que genera más ingresos, el tipo de procedimientos que llevarás o la que te quitará más tiempo libre, pero además de esas dudas básicas, hay otras consideraciones que debes tener en cuenta.
¿Cómo decidir la especialidad médica?
Es lógico que a medida que se va estudiando la carrera cambien las preferencias, desde que te matriculas en medicina hasta que te gradúas pasan varios años en los que puedes ir variando tus decisiones.
Si te estás preparando para el examen mir 2022 vamos a darte algunas indicaciones para qué sepas hacia donde dirigirte profesionalmente, ya que es una decisión muy importante. Estos son algunos de los factores por los que puedes orientarte:
Órganos a tratar: en este caso es muy fácil escoger, es lógico que si te gusta estudiar el cerebro optes por la neurología, si te interesa el sistema reproductivo de la mujer te encamines hacia la ginecología o si te atrae la anatomía quieras dedicarte a la cirugía.
Cuidado de los pacientes: para responder a esta pregunta tienes que saber si quieres tratar al paciente de manera directa o indirecta. Si no quieres tener un cuidado directo con el paciente puedes plantearte aquellas especialidades como radiología o patología.
Cirugía: si te has decidido por el trato directo con los pacientes debes pensar en si quieres hacerlo en un quirófano.
Edad de los pacientes: hay ciertas especialidades que te permiten tratar a los menores, como es el caso de la pediatría. Ten en cuenta que necesitarás bastante paciencia.
Duración del tratamiento: si te gusta relacionarte con los pacientes y hacer un seguimiento de su salud, lo mejor es que te decantes por la medicina interna o general (también conocida como medicina familiar o de cabecera). En el caso de que prefieras no encariñarte con los pacientes puedes elegir ser anestesista o alguna especialidad de cirugía.
Cantidad de trabajo: uno de los trastornos que más sufren los profesionales de la medicina es el “síndrome del Burn out” que podría traducirse como el “síndrome de estar quemado”. Esto se da cuando hay mucha carga de trabajo y por lo tanto una alta cantidad de estrés, lo que acaba agotando al personal sanitario. Según una encuesta en Estados Unidos, las especialidades con tasas más altas son:
- Urología
- Neurología
- Oftalmología
- Cirugía general
Por el contrario, aquellas que generan menos tasa de estrés son:
- Dermatología
- Anatomía Patológica
- Radiodiagnóstico
Habilidades: es primordial hacer autocrítica y valorar cuáles son aquellas cualidades que pueden favorecer la práctica médica. Hay que medir las fortalezas y las debilidades para elegir una especialidad médica en la que encajes y puedas desarrollar sin problemas.
