Ya son 15 años formando a la sociedad en la cultura del vino, un elemento fundamental para entender lo que somos. La Supercata que organiza Bodegas La Purísima se ha hecho un hueco por méritos propios en las celebraciones de San Isidro. En esta ocasión con celebración incluida, ya que son 18 años consecutivos de cata organizada por esta bodega yeclana ligada al campo, a las tradiciones de su pueblo y a las celebración de los labradores de cuyo seno nació.
Este año la cata congregó a cerca de 500 personas que quisieron conocer en primera persona los vinos que elabora de la bodega yeclana. Además, la actividad ayuda a descubrir las peculiaridades de estos vinos que les hacen singulares. Es una manera de disfrutar del vino conociéndolo y saboreando matices que sin la mano de los profesionales de la bodega seguramente no sabrían apreciar.
Durante la mañana del sábado, coincidiendo con la llegada de las carrozas a las proximidades de la antigua estación de ferrocarril, Bodegas La Purísima organizó esta actividad para un público variado que fue llegando sin parar. Algunos repetían de otros años y otros descubrían por primera vez esta iniciativa peculiar.
En una cata a ciegas, los participantes que conseguian diferenciar los vinos que se les ofrecía desde la organización entraba a formar parte del sorteo para ganar lotes de vino de La Purísima.
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Los ganadores de la Supercata de este año 2018 fueron: Juan Manuel Martínez Rubio,
Natalia Paredes Asuar y Julio César Montoya. Según los datos facilitados por la organización.
Los tres se llevaron cada uno un lote con los mejores productos de la bodega yeclana.
Desde la organización se muestran muy satisfechos de cómo transcurrió y se consiguió el objetivo de difundir la cultura del vitivinícola y dar a conocer los vinos elaborados en Bodegas La Purísima.
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