Un yeclano iranólogo. Javier Hernández Díaz es uno de los pocos españoles que residen actualmente en Teherán, capital de Irán, en donde la comunidad española apenas si se reduce a una decena de habitantes. Está licenciado en Ciencias Físicas, estudios que inició en la Universidad de Granada y que finalizó en la Autónoma de Barcelona (1998-2003). Pero, cuando todo presagiaba que se dedicaría a la física nuclear, su vida dio un giro total y se convirtió en iranólogo. En la misma ciudad de la Alhambra descubrió la cultura Árabe y la Persa y quedó totalmente atrapado por estas civilizaciones milenarias, por lo que dejó aparcada la Física, una vez concluida su licenciatura. Al ser preguntado por este cambio tan radical en su vida, Javier afirma en tono filosófico que «la misma belleza que uno puede encontrar estudiando las situaciones de la mecánica cuántica o de la relatividad en general, también se puede encontrar traduciendo los versos de la poesía clásica. Realmente, añade, seguimos chapoteando en la misma charca».
En la Ciudad Condal aprovechó para ampliar conocimientos en el Instituto de Estudios del Oriente Próximo Antiguo (IPOA), en la misma Universidad de Barcelona, de la que también ha sido docente. Es miembro fundador de la Sociedad Española de Iranología. Desde hace más de cuatro años se dedica profesionalmente al mundo de la traducción y del estudio de la literatura clásica antigua persa, lo que le llevó a visitar Teherán hace algunos años para perfeccionar esta lengua milenaria.
Este yeclano abierto al mundo es todo un políglota, porque además del español, el persa y el árabe, que habla y escribe perfectamente, domina idiomas como el inglés, francés, alemán y el catalán. Estos conocimientos de distintas lenguas le han procurado trabajar para la agencia Seprotec, dedicada a la traducción e interpretación especializada en servicios jurídicos, lo que le llevó a ser traductor en la Comisaría de Policía de Barcelona, para cuestiones jurídicas y de visados relacionadas con inmigrantes.
A sus 36 años de edad se ha convertido en traductor especialista en poesía persa clásica de grandes autores iraníes. Ha escrito numerosos artículos críticos y reseñas bibliográficas relacionadas con libros acerca de la cultura persa y del sufismo, entre ellos se encuentra el pensador y poeta Ibn Arabí, lo que le llevó a relacionarse con la Universidad de Murcia, a través del profesor Pablo Beneito, «un gran especialista en la obra de este gran poeta y al que estoy muy agradecido por la ayuda que me ha prestado en varias ocasiones». También ha sido el traductor al castellano de la obra del escritor persa Mehdi Azryazdi «Cuentos persas para niños españoles», entre otros importantes poetas.
Desde hace un año y medio reside en Teherán, a dónde le han llevado sus ansias de profundizar en los estudios de lengua y literatura persa: «Qué mejor que en Irán para estudiar todo esto. Allí estoy realizando el doctorado en lengua persa clásica, en la especialidad del misticismo persa», explica con gran satisfacción y orgullo.
En la Universidad Allameh Tabatabaí de la capital iraní está impartiendo clases como profesor de lengua española: «Doy clases de español a un nutrido y vital grupo de estudiantes. Las asignaturas que imparto son gramática española y técnicas de traducción del español al persa». Javier explica que esta universidad es la más grande y prestigiosa de todo Oriente Medio, en lo relativo a Ciencias Humanas y es aquí en este centro universitario en el que también está realizando su doctorado. El departamento de Español es uno de los más activos de todo Irán y se encuentra en pleno proceso de colaboración para el intercambios de alumnos, con universidades españolas de Sevilla, Alicante y la complutense de Madrid «para que perfeccionen su castellano y conozcan un poco más nuestra cultura».
El iranólogo yeclano afirma que «hay mucho interés por estudiar español, ya no solo por la gran afinidad cultural que hay entre España e Irán, a través por ejemplo de la música, especialmente por el flamenco, que cuenta con muchos jóvenes seguidores muy entusiastas. También, añade, tenemos que tener en cuenta la gran proyección internacional que tiene la lengua castellana porque no podemos olvidar que el castellano está considerado como la segunda lengua del mundo».
El concepto que tienen los iraníes sobre España «es muy curioso, porque contrasta la imagen que los españoles tenemos sobre Irán, que es bastante distorsionada. Me ha sorprendido mucho que sigan tan de cerca la actualidad sobre el problema de la independencia catalana, supongo que es porque en Irán también existen grandes comunidades con lengua propia. A nivel literario también siguen con gran interés al poeta Federico García Lorca: «Es un poeta que se lee mucho y se organizan muchas conferencias y recitales en torno a su vida y obra. Es algo increíble».
Javier Hernández considera que Irán es uno de los países abanderados de la cultura en Oriente Medio. Tiene un gran número de universidades, porque cuenta con muchos estudiantes. La universidad pública es gratuita, aunque para su acceso se necesitan muchos requisitos. Existe una especie de selectividad muy rigurosa «con lo cual que la gente que llega a estudiar suele ser muy buena, muy válida y muy bien preparada». En las universidades hay más mujeres estudiantes que hombres. Realmente, indica, «en Irán las mujeres tienen mucho camino que recorrer todavía, para conseguir todos sus derechos. En Irán, aunque con problemas, se celebra el día Internacional de la Mujer, porque ellas son una parte muy importante de la sociedad iraní».
Javier Hernández se encuentra en Yecla de vacaciones, pasando el verano con su familia y amigos, a los que no veía desde que marchó a Teherán. Aquí se enteró del importante acuerdo alcanzado entre Irán y las seis potencias que conforman el Grupo 5+1, -con EEUU al frente-, sobre el programa nuclear. Un acuerdo histórico que servirá para que Irán consiga una reducción de las sanciones a cambio de concesiones en su programa atómico. Hernández supone que, «a partir de ahora, habrá un mayor aperturismo en este país milenario, un desbloqueo comercial y económico, del que la juventud iraní será la gran beneficiada de este acuerdo internacional». Irán se convierte así en un potencial comercial muy importante en Oriente Medio, en el que Occidente ya se está posicionando.
Irán, un país de casi 80 millones de almas, en donde el 70% de la población ronda los 30 años de edad, fruto de la expansión demográfica que se registró tras la revolución islamista de los «ayatolás», que provocó el derrocamiento del Sha de Persia Reza Pahlevi, en el año 1979.
Es un país muy joven «se nota en las calles, en donde te encuentras siempre una gran cantidad de gente joven. Es muy dinámico, con mucha actividad cultural, que está lleno de galerías de arte y de asociaciones juveniles».
Para Javier Hernández Irán es un país muy desconocido, incluso para el propio mundo del Islam: «Es un país con una población maravillosa y deseosa de conocer a gente extranjera, porque ellos tienen limitada su salida al exterior y cuando se encuentran con un extranjero lo tratan de maravilla y por experiencia propia lo puedo decir».
Sus clases de español y sus estudios de doctorado en lengua persa le esperan en la Universidad Allameh Tabatabaí, por lo que en el mes de septiembre regresará a Teherán.
Me gusta cuando el periódico nos informa sobre los logros de yeclanos más allende de Villena, en este caso, me es difícil de entender que alguien deje la física cuántica por la «iranologia» (jamás había oído este término) pero supongo que no hay más mérito que seguir lo que tu corazón te dicte. Toda una aventura que le ha salido bien, y que demuestra que la apertura de mente te puede permitir no solo aprender más sino también enriquecerte como personal. Lamentablemente cuando vemos a alguien que se ha ido para estos países, pensamos que les han radicalizado, espero que este no sea el caso y que solo sea un vehículo que permita dar a conocer allí el español y la cultura española (y porque no la yeclana) y que también de a conocer un poco la cultura arabe, tan rica y tan desconocida para la mayoría de nosotros.
Una pequeña puntualización: la cultura persa es diferente de la cultura árabe. Irán comparte sin duda muchas cosas con el mundo árabe, entre otras la religión mayoritaria (que no la única), pero no comparten ni idioma, ni escritura (el persa no utiliza caracteres del árabe), ni cultura.
Soy Javier Hernández. Por supuesto que la cultura persa es totalmente diferente de la cultura árabe. El idioma es totalmente diferente, pero la escritura no. Le recuerdo que el persa actual se escribe con caracteres árabes ( añadiendo unas letras adicionales ). Al igual que nosotros empleamos el sistema de escritura latino, pues lo heredamos del latín, los persas tomaron la escritura del árabe. Antes tenían otro sistema de escritura que lo tomaron del arameo ( el sistema de escritura Pahlaví) y mucho antes escribían usando el silabario cuneiforme que lo tomaron de los Babilónicos.
Adriana Ugalde. La iranología, a diferencia de otros países de Europa, en España hasta hace relativamente poco tiempo no ha tenido la acogida que merecía entre las instituciones de enseñanza de este país. Las cosas parecen estar cambiando. Irán es algo más que lo que se «desinforma» en televisión. Tres mil años de cultura, la cuna de profetas como Zoroastro, o Mani. y qué se más. Un abrazo afectuoso desde la capital iraní, Teherán.