Después de veinte años de idas y venidas, parece que ahora sí el tema está a punto de resolverse y gracias a los caseríos lo de poner en marcha una granja de cerdos va a ser muy difícil. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Yecla está a punto de terminar los trabajos y con ello resolver uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad yeclana: la ordenación del territorio para impedir la construcción de granjas porcinas.
Tras el periodo de recogida de sugerencias y los trabajos realizados por parte del Ayuntamiento de Yecla, junto al equipo redactor del Plan, la Comisión Informativa de Urbanismo aprobaba por unanimidad la nueva vía de protección ante la implantación de actividades de muy alto impacto en suelo no urbanizable, tales como granjas porcinas o plantas fotovoltaicas.
Son varios los proyectos que han presentado en el consistorio yeclano durante los últimos años con la intención de poner en marcha granjas porcinas en el término municipal. Sin embargo, hasta el momento ninguno ha llegado a ver la luz.
Ahora, según explican desde el gobierno municipal, la figura de los caseríos como suelo urbano rural y la protección de los mismos va a limitar a menos de un 5% del término municipal donde se puede levantar una granja porcina. Además de zonas muy limitadas, también se complica el tamaño y los requisitos de las instalaciones.
La clave está en los caseríos
Según datos del ejecutivo local, en Yecla hay 51 caseríos dispersos por el término municipal. Se trata de edificaciones catalogadas con la figura de suelo urbano de núcleo rural. Eso permite al ayuntamiento, dentro de sus competencias, establecer una protección de dos kilómetros sobre los núcleos urbanos rurales y de 2,5 kilómetros sobre los cascos urbanos de Yecla y en la pedanía de Raspay. De esta manera se otorga “la máxima protección a los vecinos de Yecla y a los valores comunes” ha manifestado el portavoz adjunto del equipo de gobierno, Jesús Verdú.
Los límites a los cascos urbanos se aplicarían tanto a granjas de cerdos como para las plantas fotovoltaicas. Sin embargo, los límites en torno a los caseríos no se aplicarían en esa distancia de 2 kilómetros en el caso de las plantas fotovoltaicas.
Igualmente, se preservan la totalidad de las zonas inundables, “estableciendo una parcela mínima de 50.000 metros cuadrados, con una ocupación máxima de la parcela del 3% y una edificabilidad del 1,5% para la instalación de actividades de muy alto impacto en el suelo, así como distancia mínima de 1 kilómetro a las fuentes naturales, atendiendo al Proyecto de Plan Hidrológico 2022/2027”, asegura Verdú.
A pleno
Esta modificación se incorporará a la aprobación provisional del nuevo Plan de Ordenación Urbana y que será elevado al pleno en las próximas semanas. “Es un compromiso personal por parte de la alcaldesa de Yecla, Remedios Lajara, quien no ha cesado hasta encontrar el consenso necesario entre los grupos políticos con representación en el ayuntamiento y así dotar de la máxima protección a nuestro término municipal en una cuestión tan trascendental para los intereses de los vecinos de nuestra ciudad’, apuntaba el portavoz adjunto del equipo de gobierno, Jesús Verdú. ‘
Tras la aprobación provisional del Plan, volverá a abrirse un plazo de exposición pública que permita recoger la opinión de los vecinos y se remitirá al ejecutivo regional que tiene la última palabra en la ordenación del territorio.
