El Santo Entierro y la procesión de la Soledad han sido las últimas procesiones que el tiempo ha permitido que se desarrollen en las calles de Yecla.
En el transcurso de la Semana Santa yeclana, se conmemoró el día de los destacados, marcado por la arraigada tradición del entierro del Cristo Yacente, que reposa en el nicho tallado en la fachada de la Iglesia de San Francisco. Esta práctica, que se remonta al siglo XVIII y es única en España, se lleva a cabo cada año al concluir la Procesión del Santo Entierro.
El día de ayer, numerosas personas, impulsadas por el resurgir de la primavera, salieron a las calles para presenciar las procesiones, en una jornada de gran significado dentro de la tradición cristiana.
Destacando entre los protagonistas, la imagen de la Virgen de los Dolores y Soledad, que fue llevada en andas por los miembros de la cofradía, acompañada por autoridades eclesiásticas y civiles, en una de las procesiones más seguidas de la ciudad.
Pasaban las 12 de la noche cuando las imágenes se reunieron en la puerta de San Francisco para llevar a cabo el acto del «entierro», ante la mirada de miles de personas congregadas dentro del área delimitada por una valla. Fue una noche especial, cargada de emociones encontradas.
Posteriormente, cientos de personas que esperaban en los alrededores acompañaron a la Virgen en la procesión de la Soledad, entonando el «Stabat Mater». La música precedió a la imagen de la Virgen, abriendo paso hasta la iglesia del Hospitalico, donde concluyó el desfile pasada la 1 y media de la noche.
Como es tradicional, este evento fue un momento único en la Semana Santa de Yecla, donde resonaron una vez más los cánticos de dolor por la muerte de Cristo.
Una semana santa fenomenal, como todas. Lo más patético, deleznable y ruin (todo ello según mi humilde punto de vista, como todo lo que diré a continuación) fue ver en la presidencia de la procesión del santo entierro, eso sí, en tercera fila, como le corresponde a su rango y representación, a alguien que en este mismo medio dijo del párroco de la purísima y arcipreste de Yecla y Jumilla: «Se dirige a los fieles con un tono impropio y de forma apocalíptica, lo que está provocando que mucha gente se vaya a otras parroquias. Llegó a echar del atrio a unos jóvenes que estaban pidiendo firmas contra los desahucios», «…Desde el púlpito llegó a pedir el voto para los partidos que defienden los derechos de Dios…», «Ahora, ha vuelto a ser noticia a nivel nacional por soltar desde el altar que la nueva Ley de Educación, cosa en la que no se terminan de poner de acuerdo los partidos, busca matar a los niños con necesidades especiales para que no estorben»; bueno, de eso de decir cosas INADECUADAS que son noticias a nivel nacional, Cristóbal, (que como todos ya sabrán llegados a este punto, es a quien me refiero desde el principio), ya sabe un poco (incluso MUCHO) más y seguro que entiende mejor al arcipreste. En fin, que no se pueden soltar todos esos improperios contra la máxima autoridad eclesiástica de Yecla y luego ir detrás de él en la procesión (detrás, como corresponde al rango de Cristobal) solo para figurar, pero así son en el PSOE y así está demostrando ser Cristóbal, que en pasado parecía un hombre bueno.