La Asociación de Amigos de la Música de Yecla presenta el octavo CD de su colección «Aires de Yecla» con el Concierto para grupo y orquesta de Jon Lord, teclista de la mítica banda británica de Deep Purple.
Este concierto extraordinario fue ofrecido en doble sesión los días 25 y 26 de abril en la Feria del Mueble de Yecla. Los encargados de interpretarlo fueron los músicos de la Banda de la Asociación de Amigos de la Música de nuestra ciudad, el grupo de música moderna de la Escuela de Música formado por los profesores: Ramiro Martínez-Quintanilla Puche (bajo), Elías Rodríguez Azorín (órgano), Antonio Lajara Marco (batería) y Juan Saurín (guitarra eléctrica), y junto a ellos, el cantante Rafa Blas.
La grabación fue realizada por la empresa Audioart y ya está disponible en la Escuela de Música por un donativo de 10 euros.
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Jon Lord Concert
A finales de 1969, cuando se grabó este “Concerto for Group and Orchestra”, la leyenda Deep Purple todavía no había empezado a construirse. De hecho, el grupo acababa de establecer una nueva formación, parecía perdido entre la marea psicodélico-progresiva que amenazaba con tragarse el Reino Unido y había publicado tres álbumes mediocres, en los que su material se confundía con versiones poco afortunadas de Donovan, The Beatles o Skip James. De la corpulenta aleación rockera de In Rock (1970), ni rastro.
Concebido por el teclista Jon Lord –un mago del Hammond B-3 con formación clásica y amplia experiencia en la efervescente escena R&B de los sesenta–, el Concerto for Group and Orchestra se celebró el 25 de septiembre de 1969 en uno de los edificios más emblemáticos de Gran Bretaña: el Royal Albert Hall londinense. Construido a finales del siglo XIX, en plena Era Victoriana, el Hall se utilizaba principalmente para conciertos de música clásica. Pero lo que proponía Lord era bien distinto: unir, bajo la misma partitura, a un grupo de rock y una señora orquesta.
Dirigida por Sir Malcom Arnold –fanático de Louis Armstrong, objetor de conciencia y ganador de un Oscar por la banda sonora de El puente sobre el río Kwai–, la Royal Philarmonic Orchestra cumplió sobradamente con su papel. Los pies de muchos de sus miembros se dejaban ir cuando Deep Purple ejecutaba alguna de sus portentosas jams. Y es difícil no entusiasmarse cada vez que la orquesta establece contacto con el grupo.
La obra, dividida en tres movimientos, duró unos cincuenta minutos y fue creciendo en intensidad y cohesión, desembocando en un vibrante gran final, previo solo de batería de un Ian Paice magistral. Lord ha explicado en muchas ocasiones que su intención era precisamente esa: que, durante el desarrollo del concierto, dos mundos antagónicos aunque compuestos de la misma materia –música– fueran acercándose hasta encontrar un punto de fricción creativa en la que se desdibujaran las fronteras genéricas. Tras escuchar Concerto for Group and Orchestra, solo cabe felicitarle, porque cumplió holgadamente con su autoimpuesta misión.