La Benemérita se incautó de las 35 botellas, que iban a ser vendidas al público, y solicitó la colaboración de la Agencia Tributaria para desarrollar la correspondiente investigación.
Los hechos tuvieron lugar por la noche, cuando el Teléfono Único de Emergencias 112 recibía una llamada en la que se alertaba de un incendio en la cocina de una vivienda.
La policía se vio obligada a terminar la fiesta minutos antes de las 6 de la madrugada y tuvo que cargar contra varios centenares de personas que se agolparon a las puertas del recinto.
El objetivo era el robo de joyas y dinero que había en la vivienda en ese momento. Objetivo que cumplieron aunque no han trascendido las cantidades que pudieron sustraer los encapuchados.
La joven, que ya ha pasado a disposición judicial, ha sido condenada a 4 meses de prisión o 20 días de multa a razón de 3 euros diarios por un delito leve de atentado a un agente de la autoridad