El futuro del centro de la Rambla a debate. No están dispuestos a que se cierre el centro donde están actualmente sus familiares. El anuncio por parte del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) del cierre del centro de día situado en la calle Rambla de Yecla no ha gustado a los familiares de los dependientes que se han unido para intentar evitar que este centro asistencial público deje de acoger a personas dependientes. La planificación del IMAS, según explicó la concejala de Política Social del ayuntamiento de Yecla, Patricia Soriano, pasa porque los 11 dependientes que en la actualidad son atendidos diariamente en este centro sean trasladados a una residencia privada con la que se ha concertado 20 plazas en el centro de de día.Estos familiares consideran incomprensible la medida tomada por la Consejería por varias razones. La primera es que no entienden el traslado a otro centro cuando la mitad de las plazas del centro de la Rambla están sin ocupar, con el agravante de que hay una lista de espera con personas en cola para una plaza desde hace por lo menos un año. Exactamente la lista de espera es de 17 personas, según datos del consistorio yeclano.
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“No entendemos la causa que impide que se otorguen esas plazas a los que están sin ella”, explica José López que es uno de los familiares que se está movilizando. Para él, las explicaciones que dio la responsable de Política Social del ayuntamiento, Patricia Soriano, asegurando que las plazas nos se cubrían porque los familiares querían ir a otro centro que está lleno. “No son verdad. Esas plazas no se han ofertado”
Este colectivo asegura que la asistencia social es un derecho de todos y no se pueden permitir más listas de espera cuando hay plazas vacantes. “Además, está aumentando la esperanza de vida y cada día que pasa son más necesarias nuevas instalaciones y plazas de servicios sociales. Por tanto, creemos que es un grave error eliminar plazas públicas ya existentes. Que se mantenga el centro de Rambla y se abra el otro porque hay demanda para llenar los dos”, ha afirmado José López
Asimismo, consideran que el actual centro situado en el casco urbano es el más adecuado para los usuarios, ya que permite una relación que califican de accesible, frecuente y cercana con los familiares, estando bien integrado en la vida social de la ciudad. Esa cercanía es comparada con la residencia privada que se encuentra a unos seis kilómetros del casco urbano, en un paraje rural. “En el actual centro han hecho su grupo humano de convivencia que se va a romper con el traslado”.
En este sentido, también ha trascendido la incertidumbre y preocupación de los trabajadores del centro que atienden a los dependientes que no saben cuál será su destino profesional en unas semanas.
Los familiares de estos dependientes han comenzado a moverse para paralizar las intenciones del IMAS y como primera medida, “estamos distribuyendo una hoja de firmas en apoyo de que se mantenga abierto el centro, se cubran las plazas vacantes y se elimine lo antes posible la lista de espera. No sólo no hay que prescindir de infraestructuras públicas de asistencia social, sino que hay que ir aumentando las existentes porque cada día van haciendo falta más plazas y mejor dotadas”, ha remarcado este familiar afectado.
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