Lo viejo vale para hacer lo nuevo. Es la economía circular que desde el norte de Europa está demostrando al resto del continente que se puede y se debe reutilizar los materiales para que tengan un nuevo ciclo de vida.En ese camino de la refabricación está trabajando el sector del mueble y el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM). Este organismo está involucrado en el proyecto europeo denomionado Erasmus+ FURN360 que tiene el objetivo de desarrollar un currículo europeo de formación para que las empresas sean capaces de evolucionar desde el actual modelo lineal de fabricación a uno circular en el sector del hábitat.En la Región de Murcia no hay datos concretos de cuántas empresas están ya involucradas en este camino sin retorno. Se estima desde la patronal que pueden ser apenas un 5% de las cerca de 800 empresas que hay en la Región. De ellas, las de mayor tamaño en Yecla ya lo están haciendo en sus procesos de fabricación. Son apenas una docena, pero están abriendo el camino al resto.La Unión Europea tiene claro que el actual modelo no es sostenible. Los recursos no son infinitos y el medio ambiento no va a soportar mucho más la constante producción de elementos nuevos desde materiales nuevos. Por eso ha creado un consorcio con este proyecto, formado por seis organizaciones de Bélgica, Alemania, Finlandia y España con(CETEM) y la Agrupación Empresarial Innovadora de Fabricantes de Muebles de la Región de Murcia (AMUEBLA).Los primeros meses de trabajos los ha dedicado a realizar un estudio con el que poder identificar buenas prácticas en economía circular que ya se estén llevando a caso en empresas pioneras en la industria del mueble europea.Para ello, han contado con la participación de treinta empresas del sector del mueble de nueve países de la Unión Europea: Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Portugal, Reino Unido, Italia, Suecia o España. Una de las primeras conclusiones es que en la actualidad sólo se reutiliza un 10% del material reciclado para la fabricación de muebles en el viejo continente. Por eso hay que formar a las empresas en la producción interna pero también en cómo comunicarlo a los consumidores.
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Según Josefina Garrido de AMUEBLA, el mayor negocio de esta economía “lo está generando los canales de distribución y marketing, por encima del fabricante”. Esta conocedora del sector explicó que la economía circular “también está en la base inicial de la producción con diseños sostenibles”, entre otros factores como utilizar materiales sostenibles.
Lo malo es que la inclusión de lo sostenible puede incrementar el precio del producto “pero al final es un compromiso con el medio ambiente que no tiene que ser solo del productor sino también del consumidor”, comentó.
Afortunadamente el consumidor cada vez más se fija en si lo que está comprando pertenece a una economía circular. Si el mueble o el sofá que quiere adquirir cuenta con elementos reciclados o reutilizados. Y se nota ya en mercados como el canal contract dedicado al amueblamiento integral de complejos como hoteles, residencias y complejos. “En el contrac es cada vez más importante la demanda de mueble ecosostenible que tengan detrás una estrategia de economía circular”, explica Garrido.
Desde la Asociación Regional del Mueble y la Madera (AREMA) explican que las empresas del sector en la Región se enfrentan a diferentes retos: “por un lado que nuestro producto, tradicionalmente, no llega al consumidor final sino que lo hace a través de intermediarios; por otro, la voluminosidad de los productos de amueblamiento y la logística de retorno. Y por otro la incipiente investigación acerca de la reutilización de los diferentes componentes, que aún no ha dado muchos frutos”, explica el presidente de AREMA, José Antonio Ortega.
Solamente estos tres puntos suponen un reto para la vuelta a la cadena productiva de recursos y materiales.
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¿Y cuántos millones de euros se han invertido en llegar a la conclusión de que hay que utilizar materiales reciclados en la fabricación del mueble?. Cada vez más pienso que el CETEM es un corral de técnicos familiares y amigos con un alto coste económico y un bajo rendimiento.