Este sábado, el pintor y desde ahora también escritor Vicente Chumilla presentó junto al periodista de elperiodicodeyecla.com, David Val en un salón de actos de la escuela de música abarrotado, el libro «Volver a Yecla». Más de 100 personas se dieron cita para escuchar de primera mano la historia de Teodoro Carpena, el colaborador de este medio que, desde hace más de tres años, ha publicado cada domingo más de 150 relatos.
Teo Carpena, alter ego de Vicente Chumilla, se ha convertido en un referente en elperiodicodeyecla.com, con relatos que han superado las 35.000 visitas, como bien contaron Vicente y David Val, como aquel en que Teo proponía comprar un castillo a algún pueblo que no lo utilizara para colocarlo en lo más alto del cerro con santuario, pero sin castillo.
Asimismo, como sorpresa, justo cuando comenzó el acto, se empezaron a escuchar varias gaitas y tambores interpretando «Asturias patria querida». Y es que Juan Pedro, hermano de Vicente y residente en Asturias, quiso felicitar así al autor, ya que no pudo acudir a la presentación.
Al comienzo ya de la presentación de «Volver a Yecla», David Val relató cómo la historia de Teo Carpena, «fruto de la brillante imaginación de Vicente» nació en enero de 2020, después de acudir a ver en Madrid, ciudad donde ambos residen, la obra de teatro El hombre y el lienzo, «una obra que nos sumergió en el proceso creativo de un artista que arrastraba consigo una ausencia poderosa, una pérdida que le había dejado una herencia llena de incógnitas».
«Ahora, casualmente, compruebo que Teo Carpena nació y creció aferrado siempre a esa ausencia. La ausencia del abuelo Teodoro, del pueblo que tuvo que abandonar de niño, de su primer amor perdido, de sus entrañables padres. Ausencias que poco a poco han moldeado a un personaje cuasi quijotesco», añade David.
Por su parte, Vicente Chumilla agradeció a todas aquellas personas que le han ayudado para poder crear esta trepidante historia, como su sobrino Juan Miguel Ortuño o su amigo José Antonio Muñoz, que han puesto la imagen a muchos de los relatos. También a Nieves Palao, madre de David, que fue quien les habló de Pepieux, el pueblo ella vendimió de niña, y que fue aquel donde supuestamente emigró Teodoro. En definitiva, «uno de los muchos pueblos vitivinícolas franceses donde los yeclanos intentaron rehacer sus vidas o conseguir algo de dinero durante la dura posguerra», remarcó Chumilla.
En cuanto al porqué del alter ego, Vicente reconoció que lo hizo para pasar desapercibido. «El hecho de ser un personaje inventado me daba la posibilidad de ser un poco más incisivo», reconoce. Y es que, al fin y al cabo, muchos de estos emigrantes mantuvieron siempre una relación de amor-odio con Yecla porque casi todos se vieron forzosamente expulsados.
De lo que no cabe duda es de que detrás de Teo Carpena hay muchas vivencias personales de Vicente Chumilla, de ahí que aparezcan parajes que marcaron su infancia como la Sierra de Salinas, Las Moratillas o La Colorá. Además, fue creando personajes para poder impulsar la historia: así nacieron Concha, Salvador, el perro Saturno, El Panocha, Pedrito o Ana, mujer con la que Teo acaba finalmente casándose. «Pasó de ser un personaje avinagrao a tener corazoncito y ser un romántico», reconoce Vicente.
De hecho, con Salvador llegaron algunas de las anécdotas más divertidas de la tarde, pues Vicente utilizó a este personaje para contar algunas de sus vivencias en los años 70′ en Yecla. Esto puso en alerta a amigos como Ramón, «El Paja», que por más que le deba vueltas no recordaba a ningún Salvador, pero se sorprendía de que supiera tantas cosas de aquellos años. «Al final, era tal su angustia por no recordarlo que tuve que decirle que Teodoro era yo», reconoció Vicente.
Para cerrar la presentación, Vicente Chumilla desveló también de dónde proviene el nombre de Teodoro. «Tal y como cuento en el epílogo del libro, tomé prestada la vida de mi tío Teodoro Muñoz, que murió con apenas 7 años», explica. Y es que de niño, Vicente recuerda cómo su abuela le decía que si comía muchas almendras, su gran debilidad, moriría joven como su propio hijo, el tío Teodoro, del que solo tenían una foto colgada en una pared y que Vicente recuerda a la perfección.
«Decidí que el Teo de la vida prestada viviría aventuras amorosas, viajaría y volvería a su pueblo al jubilarse después de ser un amante exquisito y un jardinero afamado. Seguro que esa vida le habría gustado a mi tío», concluyó Vicente.
El libro «Volver a Yecla» se puede comprar en la librería «El paseo de los libros«, situada en Avenida de Pablo Picasso, 148.
Fotos: José Antonio Muñoz
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Siempre busco algo nuevo. Usted ha discutido algunos buenos puntos aquí. Me gusta este artículo un montón. ¡Gracias!
El nombre correcto de la librería donde se puede adquirir el libro es «El paseo de los libros»
Un sobresaliente. En asistencia, en sorpresa con el Asturias patria querida, en la presentación, creo que en venta… hubo hasta baile.
Aquellos/as que tengan previsto en un futuro presentar un libro que le copien.
Como tengo gran respeto por Vicente le voy a decir que hubiese puesto en la portada del libro a la izquierda de la personas con jersey rojo a unos vendimiadores de Pépieux, con algo menos de «nacionalismo yeclano». Lo sé, en Yecla no es fácil ir contracorriente. En tú exposición lo llegaste a comentar que tuviste que girar unos grados a estribor en la andadura de Teo en el periódico.
En cualquier caso daros la enhorabuena, tuviste un compañero de lujo (David), y cuando termine de leer el libro podemos comentar.