Los peores momentos de la pandemia han pasado. O al menos, esa es la sensación de una ciudad que este sábado volvió a volcarse con la Banda de la Asociación de Amigos de la Música en una emocionante recogida, la primera que se celebra en su mes natural, noviembre, tras dos años de espera. La anterior, la de los músicos que se incorporaron a la banda en 2020, se celebró el pasado mes de junio.
A las 16:30 horas, la banda, su director Ángel Hernández, autoridades municipales y amigos se dieron cita en la escuela de música para comenzar un año más la tradicional recogida. Con los acordes de Sumy, el pasodoble del maestro José Ortuño, primer director de la banda, los músicos comenzaron a desfilar por las calles de la ciudad.
Más de 60 músicos enfilaron la calle Hospital, tocando en un primer momento frente a su antigua sede del Hospitalico. El primer momento emotivo de la tarde se vivió pocos minutos después, en la calle San Ramón, cuando la banda interpretó «El Guti», un pasodoble del yeclano Elías Ibáñez dedicado al flautista de la banda Antonio Gutiérrez. Allí, un emocionado ‘Guti’ veía cómo la banda recogía a su hijo, también Antonio.
Un necesario reconocimiento
Tras esta primera parada, la banda enfiló la calle Rambla hasta llegar a las inmediaciones de la Feria del Mueble para brindar un más que merecido homenaje a la socia María Santa Ibáñez, viuda de Juan Navarro Azorín. Tanto Maruja como su marido han sido desde siempre dos grandes mecenas de la cultura en Yecla, de ahí que la Asociación de Amigos de la Música decidiera brindarle tan importante reconocimiento.
La socia, emocionada, recibió a la banda a las puertas de su casa junto a sus hijos y su yerno mientras sonaba el pasodoble Churumbelerías. El director, Ángel Hernández, acompañó a Maruja hasta el centro de la banda para que disfrutara de este homenaje desde dentro. Y es que agrupaciones como esta tendrían mucho más difícil su existencia sin el aporte altruista de familias la de Maruja.
A las 17:45 horas, los músicos reanudaron su camino hacia el Camino Real, donde ya esperaba el violonchelista Francisco Antonio Bautista, acompañado de su orgullosa familia.
Minutos más tarde, llegó el turno para Elsa Muñoz, nueva clarinetista, que esperaba a la banda en su casa de la calle Francisco Azorín. Elsa estaba acompañada por sus padres y por su hermano, el también músico Gabriel Muñoz.
La banda, por Herratillas
Comenzó entonces el paseo más largo de todo el recorrido por la calle Juan Ortuño, Lepanto, Águilas y Hernán Cortés hasta llegar a la calle del Maestro, situada junto al centro de salud del barrio de Herratillas.
Allí estaba esperando David Chinchilla, nuevo fagot de la banda y sobrino nieto de otro de los músicos históricos de la banda, el tubista Andrés Soriano, que no quiso perderse este inolvidable momento.
Por último, la banda continuó su desfile por las calles Pintor Juan Albert y Águilas en dirección a la calle Santa Bárbara, donde esperaba entre impaciente y nerviosa Sofía Martínez, también violonchelista y última incorporación de este año.
Posteriormente, los músicos partieron hacia la parroquia del Niño Jesús, donde recogieron a la imagen de Santa Cecilia para trasladarla a la escuela de música, lugar donde estará hasta el próximo fin de semana.