Tras todo el caos de la pasada pretemporada, cuando Alfredo Ortuño se quedó sin equipo a última hora, el delantero yeclano apostó por Estados Unidos para seguir haciendo goles. En concreto, fue al Real Salt Lake, club de la primera liga estadounidense.
Su fichaje, como ya comentamos en este reportaje, estuvo rodeado de gran expectación. Fichó como jugador franquicia, es decir, sin limitación salarial. Tanto, que es el jugador mejor pagado del equipo. Y no juega. Ni siquiera está siendo convocado. En la capital de Utah no saben qué ocurre, pero nadie piensa que vaya a cumplir los cuatro años de contrato por los que firmó.
De hecho, lleva sin jugar desde el 7 de junio. Entonces, solo disputó 13 minutos, sin hacer gol. Y venía de estar casi dos meses sin jugar (el 18 de abril disputó 17 minutos), tras siete partidos seguidos sin convocar y uno en el banquillo. Ahora, lleva otros tres partidos seguidos sin estar convocado.
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Con ganas de volver
En los últimos días se le ha visto por París.
Se percibe que el jugador no está a gusto y parece que está buscando una salida a su situación que, probablemente, pasaría por volver al Cádiz. El club amarillo ha mostrado su interés y parece que Alfredo quiere retornar al club donde más feliz fue.
Pero antes, debe llegar a un acuerdo con el Real Salt Lake para romper el contrato que le vincula con el club de la MLS. En resumen, este verano, parece que volveremos a vivir otro culebrón ‘Alfredo Ortuño’. Al menos, esperamos que acabe mejor que el vivido en 2017.
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¿Y qué es una cura de humildad?
Cada cual lleva su carrera profesional como le conviene y en bases a sus propias decisiones, y quien tenga que opinar, que lo haga con respeto y no como tú has hecho (y menos bajo un pseudonimo).
Una muestra más del amarillismo de pueblo.
Esta noticia no es más que un intento de echar por tierra los méritos de nuestros vecinos, ejercicio muy practicado en esta localidad. Lo que tendría que hacer este medio es informar sin necesidad de cerrar el texto con la palabra «culebrón», término que se aleja bastante del vocabulario que un periodista serio utilizaría (y lo digo como periodista titulada). Además, es lógico pensar que a nadie le gustaría que calificasen nuestra situación personal de «culebrón».
Pero es el pan de cada día: en lugar de apoyar a nuestros paisanos, nos dedicamos a criticar, pisar y sentir una envidia que nos lleva a ser la peor versión de nosotros mismos.
Quizá la situación de Alfredo sea X o Y, pero lo cierto es que está jugando en EEUU, y que debemos sentirnos orgullosos por ello, al igual que de los méritos de otros de nuestros vecinos, como Eva Navarro, Alejandro Ortuño, etc.
Alejémonos del amarillismo de pueblo. Seamos serios.
Un saludo
Si has seguido la evolución de este jugador, verás que es (como profesional) algo mediocre, pero que aspira a cotas demasiado altas para él, tendría que haberse quedado en segunda haciendo alguna que otra temporada más en buena forma y ganando bien, pero quiso dar un complicado salto a primera y tensó la cuerda a más no poder con Las Palmas, el Cadiz, el Valladolid, el Alaves y un monton de equipos y al final nada de nada. Y tuvo que irse a Estados Unidos a ver si jugaba… y ha juagado menos que el utillero pues el tiro le ha salido por la culata, así que no le viene mal una cura de humildad. Ademas el articulo me parece que respeta al jugador y tal solo dice eso que no haya otra crisis como la del año pasado
¿Y qué es una cura de humildad?
Cada cual lleva su carrera profesional como le conviene y en bases a sus propias decisiones, y quien tenga que opinar, que lo haga con respeto y no como tú has hecho (y menos bajo un pseudonimo).
Una muestra más del amarillismo de pueblo.
Con todos mis respetos María, y estando contigo en casi todo tu argumento, quiero comentarte que el termino «culebrón» no es un termino que se utilice en fútbol como despectivo y menos aún ofensivo. Es simplemente la palabra que periodismo, aficionados y gente del fútbol utiliza para calificar una situación, de fichaje o no fichaje, de un jugador cuando se alarga mucho en el tiempo y tiene un futuro incierto. Llámese Neymar, Ronaldo o Alfredo… Apartir de hay que cada uno haga lo que quiera, aspire a lo quiera y sea consecuente con sus decisiones.
Del amarillismo ni hablamos, ya sabemos como es Yecla.
María, si todo tu malestar lo ha provocado la palabra «culebrón» has mentido como una bellaca en cuanto a que eres periodista. Deberías conocer la acepción periodística deportiva de «culebrón», como historia interminable.