Es época de comuniones. En abril arranca un periodo que se extiende hasta junio en el que miles de niños en toda España celebran su primera comunión. Bien es cierto que mayo y junio son los meses por excelencia para estos actos que, pese a su carácter religioso, tienen un marcado sentido social de celebración.
Curiosamente, pese a la creciente oleada de laicismo que se acrecienta en España el sacramento infantil aguanta mejor entre las tradiciones que las bodas ante Dios.
Según los datos del CIS, la caída de las comuniones en nuestro país ha sido de un 7% en la última década frente al 55% que han descendido los enlaces matrimoniales en las iglesias de España.
Esa comparativa deja entrever que entre las familias el ritual de la comunión sigue teniendo un gran peso. Y para celebrarlo hay que preparar un día que sin duda es especial para los menores.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que es necesario respetar el ritual católico, con su catequesis y el proceso previo que se requiere.
Además, no hay que olvidar aspectos como fundamentales como el traje del niño o de la niña, la lista de invitados, el reportaje fotográfico, el banquete…y detalles como los regalos, los juegos infantiles en el restaurante o las bolsas de chuches para comunión que deben prepararse a conciencia.
Cada vez más hay empresas especializadas que se dedican a preparar concienzudamente todos estos aspectos del que debe ser un día especial para el menor.
La organización profesional del evento es lo más cómodo aunque lo cierto es que también supone un aumento del presupuesto que puede suponer entre un 20 y un 30% más de lo que inicialmente habíamos planificado para la ceremonia.
Si lo que queremos es organizarlo nosotros, además del ahorro también hay un componente sentimental en volcarnos con la celebración, debemos tener en cuenta que es necesario ponerse manos a la obra con una antelación de algo más de un año sobre la fecha del acto religioso.
Ese adelanto se debe fundamentalmente a la necesidad de reservar un lugar apropiado para el banquete que sea de nuestro agrado y que tenga fechas disponibles. Y otro factor que no debe olvidarse es la confección del traje que, dependiendo del modista, puede tener esperas de varios meses. Así pues, nada de organizar una comunión tres meses antes.
Además, todo tiene que estar preparado para que los recuerdos de ese día sean especiales. Los regalos a los invitados adultos y los regalos en formas de bolsas de chuches para los niños que acudan al eventos son aspectos que cuidar para que nada falle.
Tengamos en cuenta que las familias se vuelcan en organizar “pequeñas bodas” cuyo presupuesto medio ronda los 2.000 euros entre trajes, fotografías, regalos y el banquete especial para los invitados. Esa cifra se extrae de los datos del CSI que asegura que las familias ven más la primera comunión como un acto social de celebración que como un acto religioso.